La Asociación de Artistas auspiciada por el Exmo. Ayuntamiento de la ciudad rindió un cálido homenaje a la cuasi centenaria pintora Antoñita Villaverde Pumar.
El acto dió comienzo en el Sporting Club Casino en cuyo restaurante se reunieron en una comida, medio centenar de personas, entre socios de la Asociación de Artistas, exalumnos y compañeros de promoción.
Fue recibida la homenajeada a su llegada al Casino por los pintores Miguel Zelada y Mary Carmen Calviño, presidente y Vicepresidenta respectivamente de la Asociación de Artistas, que hicieron entrega a la pintora de un ramo de flores.
Durante la comida se sucedieron anécdotas cargadas de buen humor, se brindó por la Artista deseándole una larga vida.
A las 19 h. se inauguró una de las exposiciones con parte de su obra en la Sala Casares Quiroga, acto presidido por el Sr. Concejal de Cultura D. José Manuel Sande, que la había recibido a la entrada del recinto expositivo. Hizo el concejal una semblanza sumamente emotiva de la homenajeada, resaltando no sólo su trayectoria artística sino su labor cultural, como maestra de pintores, dado que durante muchos años se dedicó a la docencia.
Seguidamente tomó la palabra Miguel Zelada, expresando su agradecimiento al Ayuntamiento (en la persona del concejal presente), por las facilidades prestadas para la realización dicho acto, a todos los asistentes, no sólo a la comida, también a la inauguración de las dos exposiciones con su obra que, simultáneamente se celebran, una en la citada sala de Panaderas y otra en la Asociación de Artistas en Riego de Agua.
Con 97 años vividos con plenitud, esta carballesa, afincada en La Coruña desde su juventud, con una memoria prodigiosa, va desgranando anécdotas singulares, recordando todo una vida que giró en torno al Arte: vivió por él y para él, es sumamente grato escucharla narrar las vivencias habidas en tan dilatada existencia.
María Corredoira, insigne pintora, fue una de sus maestras y en ella dejó su impronta, ella fue quien la enseñó los secretos del óleo. Paisajes, bodegones, retratos, flores, escenas bucólicas
forman parte de su obra. Todo tratado con maestría y buen hacer.
Esta sencilla ciudadana, que en silencio trabajó he hizo país, es merecedora de que la Ciudad le rinda este homenaje, como decimos, la idea partió de la directiva de la Asociación de Artistas; con Miguel Zelada y Teresa López Ameijeiras al frente, llevaron a cabo tan ardua tarea, secundados por la buena disposición de la concejalía de Cultura que facilitó la Sala de Panaderas y la confección del tríptico de las exposiciones.
La prensa local junto con la TVG, se hicieron eco del acto contribuyendo a la difusión del mismo.
Este día quedará grabado en la memoria de Antoñita, como algo irrepetible, larga vida deseamos a tan ilustre convecina.
