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Las ONG en entredicho

martes, 20 de febrero de 2018
No quiero escurrir el bulto y como he creado una ONG en el año 1982, quiero dar mi opinión sobre los casos de Oxfam y de Médicos sin Fronteras y hacer unas recomendaciones, que pueden ser útiles para mis queridos lectores.

Sin entrar en la polémica entre servicio público y caridad, estimo que todos podemos ayudar, siempre sometidos a las leyes y al Código Penal, pero llamémoslo caridad cristiana de raiz religiosa o sencillamente Las ONG en entredichosolidaridad laica‎ toda la ciudadanía debe interesarse por la suerte que corran las personas más débiles, indefensas y en estado de precariedad en nuestro barrio, nuestra ciudad, nuestro país o en el ancho mundo, en este último caso cooperacion internacional.

Entrando de lleno en la acusación de abusos sexuales contra los seres indefensos, tengo que decir que es un fenómeno muy minoritario y que debe ser castigado, con vigilancia, los cooperantes, me refiero al sector exterior, son gente como los demás, a los que guía no sólo echar una mano, sino también escapar de la rutina y viajar a otros países, no son ni santos ni revolucionarios, son personas corrientes, con todas las virtudes y defectos de sus compatriotas. No se debe idealizarlos, ni darles patente de corso.

Poder ayudar a los demás, es un privilegio, que nos debe impulsar a la responsabilidad y no creernos que somos seres excepcionales, con un ego dilatado como la cola de los pavos reales. Soy contrario a la falsa humildad de muchos de mis colegas, que se creen superiores y son seres que se envuelven en la falsa modestia‎, de redentores de pacotilla. Muchas veces al estar en contacto con la desolación y la miseria humana se cae en la tentación de la soberbia, la grosería y la mala educación.

Recuerdo en mis experiencias italianas el morbo que experimentaban los camilleros de una conocida orden que llevaban a los enfermos a los santuarios como el de Lourdes, hacían una labor excelente, pero a veces tenían comportamientos y actitudes inquietantes. Esto mismo es aplicable a quienes han organizado fiestas y saraos sexuales entre los terremotados de Haití, que según denuncias se aprovecharon de los desvalidos perjudicados por el destino. ‎En mi etapa de Unicef llego a mi oficina, yo asesoraba al Presidente, una africana poco más que adolescente, de una belleza muy descriptible, que estaba desesperada y deseaba ser ayudada como fuera, la envié a los servicios sociales del Ayuntamiento y por si acaso la encamine a Cruz Roja. Su imagen, su atractivo, me reconcomió, pero hice lo correcto. Algunos colegas de otras ONG sin duda han caído en la tentación. Lamentable.

Por otro lado los casos de pedofilia son deleznables, pero difícilmente perseguibles en sociedades tan sexualmente permisivas como las nuestras‎. Los efebos y las lolitas no pueden aceptarse, pero sin reglas morales claras es difícil rechazarlos, no basta con rasgarse las vestiduras de forma farisaica cuando se trata de los curas católicos y cerrar los ojos ante el espectáculo que ofrecen nuestras calles, donde los únicos que se besan en público son los diversos.

Miles y miles de jóvenes y personas de todas las edades se esfuerzan por mejorar el mundo, despojémosles del falso buenismo, pero reconozcamos su altruismo, el riesgo que afrontan y la labor por el bien común que realizan. Naturalmente que hay infiltrados y aventureros puros y duros, pero no condenemos a un sector de ciudadanos, que han decidido dar un sesgo diferente a sus vidas, sin ser ni santos ni delincuentes, aunque entre tantas personas pueda prosperar la cizaña y el acoso.

En España se pueden contar con los dedos de las manos este tipo de escándalos, hay algún que otro fantasmón profesional y exhibicionista del bien, pero la gran mayoría son personas decentes que realizan una excelente labor. El voluntariado ofrece problemas de desorganizacion,que se suplen con entusiasmo, de cubrir zonas grises que deberían ser remuneradas y convertirse en trabajos estables. Sin embargo tienen la Las ONG en entredichogran virtud de superar las trabas administrativas, que muchas veces nos impiden actuar.

Mi recomendación para quienes alberguen dudas sobre nuestro sector, es si tenemos la suerte de poder ayudar, hacerlo con las personas próximas, con la familia que lo necesita, con aquel emigrante que atraviesa momentos difíciles y no a los pobres profesionales, ni a organizaciones, ni siglas desconocidas, seamos selectivos y tendamos la mano a quien sabemos que lo necesita, sin pedir nada a cambio, tan solo poblar nuestro entorno de sonrisas.‎ Vale la pena.

Joaquín Antuña
joaquinant@hotmail.com
Antuña, Joaquín
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Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad de los autores y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la empresa editora


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