
Tela marinera. Casi quince millones de españoles y españolas confiesan haber sido infieles a su pareja alguna vez. El verano es la época preferida por la mayoría para la práctica de este deporte. Según los expertos los motivos son: el aburrimiento, la monotonía, crisis vitales, la falta de comunicación, las hormonas, la genética, el vicio por el vicio y el diablo que es un demonio y todo lo enreda.
Hay diversos tipos de cornudos y cornudas. Los que lo saben, los que no tienen ni idea, los felices, los infelices, los indiferentes y los peligrosos.
Cornudos ilustres: Isabel Preysler, la china, le puso los cuernos al marqués de Griñón con Boyer en el Ministerio de Hacienda. Mar Flores, una muñeca hinchable de catálogo se los endilgó a Fefé el naviero ferrolano con tres tíos. Pero la cornamenta por excelencia colgaba en el dormitorio de la Sra. Clinton en la Casa Blanca. El Presidente y una becaria se dedicaban a estudiar lenguas vivas en el despacho Oval. Ni el FBI pudo evitarlo. Una manchita de nada en el vestido de la chica y todo el invento se fue al carallo. Qué mala leche.
¿En tu casa, en el coche o en la playa?