En Europa y Estados Unidos el gran tema entre hombres y mujeres es la igualdad salarial y el rechazo al acoso y a los abusos de hombres sobre la mujeres. Campañas como "Me too", Yo También, se leen todos los días en las noticias, lo mismo respecto a los desequilibrios a favor del varón en materia económica. En Francia Catherine Deneuve y Brigitte Bardot se revuelven contra el nuevo puritanismo y en España hasta el gremio de enfermería protesta por las enfermeras en ropa sexy.
Se acercan los Oscares en el planeta cine y una de las películas nominadas "Call me by your name", Llámame por tu nombre, traducida
al castellano, plantea un claro caso de doble moral para hombres y para mujeres. Me explico. En una exaltacion, con citas del mundo grecoromano, de la homosexualidad, mas concretamente del mundo de los efebos, se retrata una tierna, delicada, pero explícita relación de un adulto de unos 50 años con un chico de 17 años, como el del adolescente de "Muerte en Venecia" de Visconti y la película que esta teniendo un gran éxito no ha recibido críticas negativas, mientras se denuncian con indignación lo contrario un hombre adulto con una chica adolescente, una "lolita" de Nabokov es inaceptable hoy día y se recrimina a Woody Allen y no digamos a Polansky. Doble moral. Ser gay esta de moda, lo de pederasta y abusador se emplea para las chicas.
En Asia en cambio el problema más importante es la escasez de mujeres, en la India por la preferencia de tener hijos debido a la dote y a factores económicos y culturales, en vez de hijas, lo que ha llevado a 1108 hombres respecto a 1000 mujeres y en China gracias a la férrea política del hijo único las estadísticas son de 1156 hombres por 1000 mujeres. En los dos gigantes asiáticos se manejan datos de 2014. Los gobiernos de ambos países tratan, sin éxito, de revertir esta tendencia, hasta el punto que en la India están prohibidas las pruebas de determinación del sexo.
Ambos países asiáticos son muy puritanos. En Bollywood están prohibidos los besos y en China proscritos los desnudos. Una moralidad completamente diferente a Occidente. Gays, lesbianas y trans no forman partes de las campañas de opinión pública.
Con el turismo, los viajes de negocios y las migraciones masivas ambos mundos se entremezclan y hombres y mujeres tienden a semejarse, se aproximan las visiones, primero en las clases altas, de los happy few, de los privilegiados y luego va empapando toda la sociedad. Con la revolución digital los tiempos se acortan, pero un solo modelo de relaciones entre hombres y mujeres no creo que pueda producirse a escala mundial antes del siglo XXII, hoy están a años luz.
Joaquín Antuña
joaquinant@hotmail.com
