Raoul Peck es un haitiano hijo de un funcionario de la UNESCO, que se ha formado en Estados Unidos, Francia y Alemania. Un verdadero ciudadano del mundo, que eligió la cinematografía como instrumento de provocación y denuncia. En el año 2000 nos introduce en el mundo tenebroso del colonialismo en Patrice Lumunba la muerte del profeta y en 2016 abunda en el mundo negro en No soy tu negro, violento panfleto sobre la represión y en 2017 envalentonado por la gran acogida y premios recibidos eleva su protesta, su descarnada visión del
mundo,como campo de lucha entre explotadores y explotados, en "El joven Marx", una cinta muy ambiciosa que de forma didáctica describe los años cruciales de la juventud de este judío alemán de familia convertida al luteranismo. Su relación con su mujer la aristócrata Jenny con Westphalen y su trascendental encuentro con Friedrich Engels.
Engels el hijo de un importante industrial textil alemán residente en Inglaterra, publica un libro encuesta sobre la situación de la clase obrera en plena revolución industrial, con salarios de miseria, horarios extenuantes y trabajo infantil y se encuentra en París con Karl Marx, joven filósofo a la fuga de Alemania, entablan una gran amistad y con un fervor revolucionario escriben artículos contra la burguesia, contra los gobiernos autoritarios de la época y polemizan con los socialistas utópicos, que predican que todos los hombres son hermanos.
Frecuentan personajes de la talla de Bakunin, Proudhom, Kriege, Waitling, Grün la flor y nata de la fronda de los años 1840 a los estallidos revolucionarios de 1848. Todos representados de forma esquemática, pero eficaz. Sus avatares personales, la difícil situación económica de Marx, que malvive, con su familia de dos hijas a cuestas, el apoyo económico que le supone el desahogo económico de Engels, a pesar de los enfrentamientos de este con su familia. Sus andanzas radicales perseguidos por la policía, su expulsión de Francia y su instalación definitiva en Londres.
Todo en un rápido carrusel que retrata el nacimiento del Movimiento obrero, su conversión en enfrentamiento violento de clases y su gestación descrita en tonos heroicos del Manifiesto Comunista, con un desfilar en los títulos de crédito de muchos de los protagonista de esta gesta histórica. Una mirada atrás para comprender el mundo de hoy, aunque la realización del sueño comunista haya estado teñida de sangre y de gulags, pero de esto naturalmente no se habla en esta película apologética, que pretende llevarnos de nuevo a las barricadas.
Para quienes tengan interés por la historia de las ideas y sean partidarios de Hegel y su dialéctica esta película es indispensable. Como toque feminista, se presentan dos tipos de mujeres liberadas y fervientes revolucionarias, las parejas de Marx y de Engels y se entrevé las relaciones de ambos con Lemchen y su hermana, que los enemigos del marxismo apuntan como negativo que Karl tuviera un hijo con la que retratan despectivamente la criada, que tenía 14 años.
Joaquín Antuña
joaquinant@hotmail.com
