Steven Spielberger ha hecho una película típicamente americana, muy veloz, cargada de mensaje, con interpretación extraordinaria. El séptimo arte, el cine, es un campo donde Estados Unidos es imbatible. Son maestros en narrar la historia de su país, sin concesiones, con ritmo frenético y tiñendo todo del patriotismo y de la sublimación de la Constitución, que con sus enmiendas persiste desde 1776.
Es un film político de alto voltaje, con personajes reales, algunos todavía vivos, sobre la famosa primera enmienda de la Constitucio aprobada por los padres fundadores en Filadelfia, que trata de la libertad de expresión. El título original es "Post", refiriéndose al Washington Post, un periódico que ha entrado en los anales y la mítica del periodismo por su defenestracion del presidente Nixon. Aquí se traduce como los papeles del Pentágono, los informes secretos de Robert Mac Namara, el Secretario de Estado, ministro de exteriores de Kennedy, el Camelot de allende los mares.
Personajes y hechos reales, que aparecen con sus nombres, algunos todavía vivos, protagonizados por grandes actores como la Sra. Graham, la viuda propietaria del periódico, una Meryl Streep, impecable en su pugna con el Consejo de Administración de los grandes inversores y la Casa Blanca por defender la libertad de expresión. Se trata de revelar a la opinión pública un informe secreto, clasificado, sobre la situación del conflicto de Vietnam, en las Presidencias de Truman, Eisenhower, Kennedy, Jonhson y Nixon, en que queda claro que se ocultó la realidad, se enmascaró la verdad y se mando a la muerte a miles de soldados de Estados Unidos y se causaron estragos sin cuento en el país de los arrozales.
Tom Hanks encarna, transformándose de forma inverosímil, véase el rictus de su rostro, increíble, al periodista de raza Bradley, que capitanea una armada de reporteros, gráficos, cajistas de las tipografías de entonces. En el centro de este drama, el Tribunal Constitucional, aquí no se frivoliza como hacen los encarcelados y fugados catalanes, se respeta sus decisiones. Nixon prohibió la publicación de los informes secretos de Mac Namara y el Post se atrevió a publicarlos, en una decisión en que la Sra. Graham se jugaba patrimonio y libertad, en liza estaba la doctrina de la seguridad nacional, en que se escudan los gobernantes.
New York Times y Washington Post en el banquillo ante el Tribunal Supremo, la redacción multitudinaria del Post, las masas en las calles contra la guerra de Vietnam, los saraos de la alta sociedad, los momentos intimos, de dudas, pinceladas magistrales, todo trepidante, sin dejar respirar al espectador. Una obra maestra. Spielberg se supera a si mismo.
Un pueblo americano, que es capaz de llevar a la Casa Blanca, un personaje inclasificable y que rompe todos los moldes como el Showman Donald Trump, que representa a los supremacistas blancos y las atormentadas clases medias empobrecidas, también lo es de conservar los ideales de la democracia y de la libertad y de realizar campañas de leyenda en pro de los derechos civiles y de la libertad de expresión, como la del Watergate, que sacó a la luz el espionaje, la guerra sucia, de la politica en minúscula y en que unos periodistas audaces fueron capaz de derrocar al mismísimo Presidente Nixon. En España Pedro J. Ramirez mantuvo un pulso con Felipe González, el Sr. X y causó un terremoto politico, con sus filipicas y periodismo de investigación respecto al Gal.
El Washington Post ha creado escuela y enciende la imaginación de miles de periodistas en todo el mundo, con un alto coste en vidas humanas, el precio de la libertad. Esta meritoria y brillante película habla de esto.
Joaquín Antuña
joaquinant@hotmail.com
