El emperador Caligula hizo senador a su caballo Incitatus, imperioso, al que caso incluso con Penelope una bella romana. La noche anterior a una carrera dormía con el equino entre sábanas perfumadas y decretaba un riguroso silencio para que nada ni nadie turbara su descanso. Cuando perdió una carrera hizo sacrificar a su auriga, su Fernando Alonso particular, lo hizo desmembrar lentamente.
Jesús Gil bautizo a su caballo blanco como Imperioso lo hizo en el momento más apasionante de su cabalgar hacia el doblete de su Atlético y de su arrollador triunfo en la ciudad de Marbella. Fue maestro en el arte de la provocación y del escándalo. Su gestión del club entonces del Manzanares fue marcada por la contratación y el despido a cajas
destempladas de creo que fueron 39 entrenadores. En Marbella se salto a la torera las leyes de urbanismo y otras muchas tropelias, pero eso si, puso a Marbella en la más alto de la escena internacional. Todo un gran personaje con su caballo imperioso,al que su repentina muerte frustró que lo nombrará entrenador rojiblanco.
Felipe González ha comentado que no hay nada en contra de designar a un elefante Presidente de la generalidad de Cataluña, sin duda el pio Junqueras y Carlitos el Tramposo, el uno desde galeras y el otro en el invierno belga, estaran rumiando esta propuesta del líder sevillano, aunque dudan porque no saben cual es la traducción correcta de Incitatus al catalán y no quieren que caiga sobre ellos la ira de la Asamblea Nacional y de Omnium Analfabeto, asi es que tendrán que recurrir al patriarca Jordi Pujol para encontrar la versión justa, mientras tanto Albert Boadella el líder carismático de Tabernia, ha propuesto Fantasmal y en vez de elefante, que sea un burro de estricta raza catalana.
Joaquín Antuña
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