Mientras en España estamos paralizados por la cuestión catalana y por una enésima campaña electoral, que nos aleja del tablero de ajedrez de la política mundial, crece el interés por la crisis que atraviesa Alemania, que no consigue formar gobierno.
Angela Merkel afronta su nuevo mandato teniendo que superar muchas dificultades para forjar una alianza estable. La llamada coalición Jamaica,
por los colores de la bandera del país antillano, ha fracasado ante la retirada del Partido liberal y las reticencias de los verdes y ahora se está explorando la gran coalición con los socialdemócratas del SPD.
Nuestro corresponsal en Nueva York el Profesor Jeffrey Sachs se muestra abiertamente partidario de renovar esta fórmula, que garantiza un liderazgo fuerte y progresista y que junto al francés Macron constituyen la locomotora de Europa, como se decía en los años del Canciller Kohl, y para ello se precisa recobrar el liderazgo alemán.
En su artículo publicado en el Boston Globe Sachs, alerta de la parálisis de Estados Unidos debido a la incompetencia de su Presidente, que lleva al país a una plutocracia, de un gobierno que defiende los intereses de los multimillonarios y olvida a todos los demás. Es curioso que en Estados Unidos la politica se ha convertido en una ocupación para ricos, al contrario de España donde alivia el paro. De los nueve jueces del Tribunal Supremo siete son millonarios y en el Congreso lo son más de trescientos, mientras en España el Divino Pedro nos dice que sin su cargo tendría que apuntarse al paro.
Unos defienden intereses de las grandes compañías y otros no llevan esta pesada mochila, pero su ligereza, ante la falta de ideas y de proyecto, no garantizan encontrar un rumbo, que impulse la economía y favorezca la redistribución a las clases medias y bajas. Pasando a Europa Sachs no ve un panorama despejado, que aleje las crisis económicas, sociales, políticas e institucionales, mientras destaca la pujanza china por su dinamismo y proyecto de futuro.
Lo ideal sería para el profesor de la Universidad de Columbia, una asociación, un partenariado, se me permita el anglicismo, entre Europa y China para desarrollar las grandes infraestructuras de la ruta de la seda, eje de la politica exterior china, esta Euroasia que está naciendo día a día, paso a paso y que requiere grandes inversiones y determinación política.
Esta Europa fuerte podrá competir también en el mundo financiero con Estados Unidos y China y ser una válida contraparte en los asuntos mundiales. Una divisa fuerte como el euro blinda el poderio europeo. El nombramiento de un Ministro de Finanzas europeo aclararia el panorama. Un Ministro de defensa aliviará la dependencia militar de los Estados Unidos, es una vieja aspiración europea, que se remonta a los tiempos del General de Gaulle.
A escala mundial, olvidemos por un momento a carlitos el tramposo,al pio Oriol, a la joseantoniana Marta y pensemos en grande como hace Jeffrey, para quien la Agenda pasa por enfrentarnos con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas y el cambio climático.
Un año después de la conferencia del clima en París volverán a reunirse los líderes mundiales representados por el G-20, convocados por Macron, de los que 19 desean o eso dicen, cumplir los acuerdos de París. Hay que convencer a Donald Trump portavoz de los buitres del planeta, los lobbies de la energía más contaminante y del armamentismo.
Para ello se precisa un liderazgo alemán fuerte, que ponga las peras al cuarto al excentrico showman y que junto a Macron el romántico innovador enderecen este frágil bajel, que es nuestro planeta azul.
Europa tiene que tener su peso específico propio y diseñar una política de ayuda al despegue económico de África, que elimine la dependencia energética del carbón para 2050, que tenga un sistema de defensa y seguridad y sea un interlocutor válido en el tablero de la politica internacional. Reforzando el papel de Naciones Unidas en cuestiones de Paz y Seguridad y asuntos globales, como las emergencias humanitarias.
Por estas razones el Presidente de Alemania Franz-Walter Steinmeier ha convocado a Angela Merkel y a Martín Schulz para renovar la gran alianza, que es también la propuesta de Sachs y que sería una muestra de responsabilidad y de patriotismo no sólo europeo, sino mundial.
Joaquín Antuña
joaquinant@hotmail.com
