Opinión en Galicia

Buscador


autor opinión

Editorial

Ver todos los editoriales »

Archivo

En Campaña

lunes, 27 de noviembre de 2017
No me refiero a los esfuerzos denodados que están haciendo los distinguidos reclusos de la cárcel de Extremera tratando de engañar a su Señoría para conseguir la libertad y hacer campaña, sino a otra campaña que ha emprendido, Jeffrey Sacks nuestro común amigo y profesor mío y de GD para convencer a seis senadores de su país, para que no apoyen la Reforma Fiscal de Donald Trump.

En las democracias más asentadas que la nuestra, los diputados y senadores no representan exclusivamente a sus partidos políticos si no son responsables ante sus electores. En España basta con ponerse de acuerdo con los líderes de los partidos para conseguir que un Proyecto de Ley se aprueba o se rechace, pongamos como ejemplo el Concierto Vasco y el discutido Cupo.

En los Estados Unidos, hay que convencerlos uno por uno, lo cual reviste muchas dificultades por las singularidades e intereses de cada Estado. Jeffrey lo tiene muy claro, se reclama al patriotismo de los seis senadores ya que tiene miedo por el futuro del país. Argumenta, que los senadores como patriotas que son, deben proteger el futuro de nuestros hijos y nietos.

A pesar de que Sacks se proclama demócrata, sin embargo se mostró contrario a la fiscalidad expansiva del Presidente Obama en 2009 por miedo a desatar una gran inflación. El déficit fiscal ha pasado desde 2008 del 39% al 77% y que si siguiéramos esta proyección, llegaríamos al 89% en 2027 y al 150% en el 2047.

En España las promesas populistas de un salario social para todos, de grandes becas y grandes subsidios, nos llevarían también a una inflación desbocada que tendrían que pagar las generaciones futuras.

Tanto aquí como en América, se hacen cálculos siempre muy optimistas, sin hacer bien las cuentas para intentar captar la voluntad de los votantes y Jeffrey se alarma y no sin cierto dramatismo, les dice “queridos senadores: no llevéis a la bancarrota a nuestro país”.

Los que pagamos impuestos hemos llegado a creer que no existe la deuda pública y que unas anotaciones en la tabla de los resultados, no tiene ninguna importancia. La culpa la tienen muchos políticos que hacen promesas sin ton ni son, pero el profesor Sacks nos advierte que las deudas hay que pagarlas y que las responsabilidades no se extinguen. La verdad es que nos envuelven en un tal maremagnum de cifras que si no somos expertos nos suenan a música celestial o mejor dicho, sería infernal.

En el caso de los Estados Unidos, si se hacen grandes concesiones a los más ricos, la factura la tendrán que pagar el resto de la sociedad. La batalla que se libra estos momentos en Estados Unidos, nos interesa a todos. Los presupuestos deben ser distributivos pero al mismo tiempo incentivar la economía, o sea, el arte de birli birloque.

Donald Trump y sus millonarios, intentan convencer a la opinión pública de las bondades de bajar los impuestos a los más ricos para beneficiar a los más pobres, es decir, un capitalismo salvaje puro y duro que en el mejor de los casos lleva a la inflación y al desplome de la economía.

En CampañaCuando José Luis Rodríguez Zapatero dijo la famosa frase, bajar impuestos es de izquierdas, estaba desarmando nuestro Sistema Fiscal que se vino abajo con la crisis y faltaron recursos y aumentó el déficit. Es verdad que eran años de bonanza, todo iba viento en popa.

Recuerdo en una boda a la que asistí en Getafe de contemplar desde la terraza del hotel, 27 grúas, las conté, de edificios en construcción, luego pinchó el ladrillo con las consecuencias que todos conocemos y el nacimiento de los movimientos populistas los “Occupy Wall Street o el 15M”.

Otro aspecto que preocupa al profesor Sacks son las transferencias abusivas de Propiedad Intelectual a Paraísos Fiscales que están realizando las compañías más grandes como Apple, Amazon, Alphabet (Google), Facebook y Microsoft y el recurrir a Fondos Buitres olvidando imponer un impuesto importante a las energías fósiles como el carbón. Se pretende transferir trillones de dólares a los americanos más ricos.

Los americanos desean un gobierno del pueblo para el pueblo y por el pueblo, como afirmó el gran presidente republicano Abraham Lincoln, no quieren, abunda Jeffrey, un gobierno de los ultraricos para los ultraricos y por los ultraricos. Esto también lo desearía en España Florentino Pérez y sus amigos del famoso Palco del Bernabeu. Los americanos desean competir en los mercados mundiales sin que el gobierno esté sofocado por las deudas.

Esta verdadera filípica termina con una invocación a que los seis senadores “protejan a nuestra Nación del desastre fiscal que proyectan unos codiciosos donantes del Partido Republicano”.

Joaquín Antuña
joaquinant@hotmail.com
Antuña, Joaquín
Antuña, Joaquín


Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad de los autores y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la empresa editora


PUBLICIDAD
ACTUALIDAD GALICIADIGITAL
Blog de GaliciaDigital
PUBLICACIONES