El discurso de Juncker

En esta partida de ajedrez entre Madrid y Barcelona, por una vez Rajoy ha podido hacer una apertura española jugando con las blancas. El Premio Princesa de Asturias a la Concordia concedido a Bruselas en un día antes de la puesta en marcha del mecanismo del artículo 155 dió ocasión a Juncker de manifestar su apoyo al gobierno español en esta peliaguda encrucijada y a Felipe VI de pronunciarse rotundamente ‎por la unidad de España. La movilización social de los Jordis en prisión vuelve a poner la iniciativa en manos independentistas. Después del tropiezo infantiloide de intentar vaciar las arcas de la Caixa y del Sabadell sacando 155 euros cada uno de los insurgentes, que son pródigos en vociferar consignas, pero no en abrir la bolsa, como bien sabe el atribulado Artur Mas, les llega ahora la hora de las concentraciones oceánicas tan queridas por los regímenes totalitarios, con su coreografía muy bien ensayada por fascistas y comunistas y además esta gente, los activistas, que muchos de ellos no trabajan excepto en tareas de agitación llevan ventaja sobre la mayoría silenciada que tiene que currar y ocuparse de sus familias. El jordismo esta subvencionado y muy bien entrenado, son unos 20000 activistas, duchos en agitación y escraches, en vejaciones y victimismo, toda una joya del catalanismo independentista. Se aprovechan de los vientos de fronda del populismo y de las reivindicaciones identitarias de la xenofobia rampante. Otra baza es que no creen que Rajoy tenga la fuerza y el liderazgo suficiente para imponerse mas o menos a la brava como la situación exige y lo tildan de blandengue, como acusó Margaret Thatcher al Presidente Ronald Reagan, durante la crisis de las Malvinas. Sus aliados son las brigadas blancas y los podemitas de todo pelaje, que ven en el conflicto social la posibilidad de llegar a la República, que para ellos es símbolo de anarquía, expropiación y adoctrinamiento forzoso, sin guillotina, ya que el espíritu de los tiempos impone otros usos menos contundentes, pero de sobra eficaces En Europa, los 27 desean que Madrid se imponga, pero les gustaría que fuera con limitado empleo de medios coercitivos o violentos y sin restricciones a las libertades fundamentales, pero respiraran muy hondo el día que se restablezca la legalidad democrática. Juncker ha dejado muy claro que sin el imperio de la ley no hay democracia y que Europa se basa en el respeto a sus Constituciones, además alabó ver en las calles de Oviedo tan amplio despliegue de banderas españolas. Rajoy esta respaldado, pero tiene que tomar la iniciativa y no jugar como en el anti fútbol del Atlético de Madrid siempre a la defensiva. Ha de tener un plan de acción. Los indepes lo poseen, además del dominio de la posverdad y del oportunismo muy ágil con gran dominio de las redes sociales. Nuestro Hamlet en La Moncloa difícilmente se convertirá en un Alejandro Magno ante el nudo gordiano' pero al menos que sepa imitar a Tony Blair cuando suspendió la autonomía de Irlanda del Norte por dos años o a Zapatero cuando decreto el estado de emergencia para poner fin a la huelga de los controladores aéreos. Se la juega y nos la jugamos todos los españoles y los europeos que queremos una Europa unida con instituciones fuertes que se rijan bajo el dictado de la ley, para garantizar las libertades civiles. Va por España! Va por Europa!