Sobre la autoestima (VII)

Es un deber consigo mismo y con los demás, amarse correcta y adecuadamente a uno mismo. No te tengas superior a los demás, no te tengas inferior a los demás. En la vida existen cientos de factores, en unos serás superior a la media, en otros, pocos, inferior a la media, en la mayoría igual o similar. Intenta perfeccionar todo y en todo, con moderación y prudencia y racionalidad y templanza.

1. La envidia hace que haya personas que intenten anular la autoestima y la propia estima de los demás, de algunos de los demás.

La mayoría de personas no entienden casi nada del comportamiento humano, no comprenden que alguien equis, pueden ser muy buenos con ellos, pero no serlo tanto con su primo o su vecina o con un compañero de trabajo. Hay personas que no se comportan del mismo modo, del mismo grado en bondad y en no bondad, con unos y con otros.

2. La envidia es un motor, no el único en muchos casos, para intentar minar la autoestima de los demás, en algunas personas. Porque el otro es o tiene algo que tú crees no tener, intentas bajarle su estima, ningunearlo, bajarle su moral, marginarlo o incluso silenciarlo.

Y no somos conscientes, que el otro puede tener cosas o valores, que yo no tengo, pero que tú tienes, valores y cosas que el otro no dispone o no tiene.

3. La maldad o actos malos, pero la no bondad es una de las raíces de hacerle daño al otro ser humano. Puede ser no admitir que la otra persona es más alta, o más bella, o tiene más estudios, o tiene más hijos que tú, o…o…

En una sociedad que no se enseña y aprende de forma correcta el bien y el no bien, y no se enseña de forma correcta y adecuada cómo caminar hacia el bien, como huir del no bien, del bien y del no bien moral y ético, además de los otros tipos de bienes y no bienes. En una sociedad así, entonces se desarrollan las pulsiones-pasiones-instintos-libidos de forma desordenada. Se crean multitud de conflictos y polémicas, entre otras, intentar que el otro no se valore de forma correcta a sí mismo.

4. Todo ser humano, sin negar sus puntos negativos, sus errores, debe quererse y estimarse y amarse de forma correcta. El primer deber del ser humano es amarse de forma correcta y adecuada y racional y prudente y mesurada a si misma. De no amarse de forma correcta, dimanan y nacen multitud de males, de males para el individuo, de males para las familias de cada individuo, de males para la sociedad, de males para el Estado.

5. Hay seres humanos que aprovechan la debilidad y vulnerabilidad de otros seres humanos, para hacerles mal. Por consecuencia, es un deber del ser humano, amarse de forma correcta a sí mismos, y defenderse de forma correcta, de forma legal, de forma ética, de forma proporcionada del mal que los demás le pueden causar. Incluso del mal que cada uno se causa a sí mismo. Los buenos árboles dan buenos frutos, y los malos árboles malos frutos.

6. Cada persona le haya pasado lo que le haya sucedido en la existencia, a cada uno, una cosa diferente, o docenas de cosas diferentes, cosas buenas y cosas menos buenas, una persona no puede con racionalidad y prudencia, perder su verdadera amor a sí misma, su verdadera autoestima a sí misma, su verdadero querer a sí mismo. Porque si lo pierde es un mal para ella, es un mal para su familia, es un mal para la sociedad, es un mal para el Estado.

7. Los humanos creen que se quieren a sí mismos, pero la experiencia enseña, que la mayoría de seres humanos no nos queremos de forma adecuada, correcta, en un saber ortodoxo, en una práctica racional, ortodoxa, científicamente admisible y según el saber racional más verdadero y más bondadoso posible.

No amarse de forma correcta a uno mismo, es una fuente de enormes males. Para cada individuo, cada familia, cada sociedad, cada Estado…

8. Todo lo que ayude a la auténtica autoestima de cada persona es bueno, todo lo que sea lo contrario, pues es negativo, para el individuo, la familia, la sociedad…

Caer en un error moral, grave, es una falta de autoestima auténtica, sea ese error la ebriedad, sea cualquier otra cosa. Pongo el ejemplo, de la ebriedad, porque es claro y evidente, para el resto de los seres humanos, para los mismos seres humanos, etc. Pero se podrían poner docenas…

Pero a veces, la falta de autoestima se vende como liberación. Es decir, caer en concepciones y prácticas erróneas, se vende como liberación o libertad o autonomía o propia voluntad, cuándo en el fondo es, entre otras cosas y otras cuestiones, una falta de autoestima correcta.

9. Analizar el hecho-acto, sea realizado por uno mismo o por los demás, tener en cuenta, el acto en sí, la intención, la finalidad, etc. De tal modo encontrar-averiguar la verdad del acto, según los conocimientos más verdaderos, y la bondad-bien de ese acto, en sí mismo, y según la intención. De ese modo, “aquilataremos mejor nuestros actos”. Buscaremos el equilibrio de maor grado de verdad-bondad-racionalidad-utilidad-prudencia. Y también “juzgaremos” con más comedimiento los de los demás.

10. No quererse de forma apropiada a si mismo, es la fuente de multitud de males. Pero creemos que nos queremos-amamos de forma correcta-adecuada a nosotros mismos. Y posiblemente no sea verdad, si no siempre, si en muchas ocasiones. Porque si nos quisiésemos de forma correcta y adecuada, según e mayor grado posible de verdad y de bondad-bien, no haríamos muchas cosas de las que hacemos.

Admitirse y perdonarse a sí mismo, cuándo ha cometido un error. Es necesario, como una forma de entenderse mejor, de quererse mejor. No olvidemos que existen muchas personas, con malas intenciones, y lo que quieren, es hacerte mal y controlarte llenándote de tristeza, o de culpabilidad, etc. Es un deber hacia si mismo, hacia los demás, hacia los cercanos, hacia Dios, amarse de forma correcta a uno mismo.