Barcelona recobra el 'seny'

Barcelona se moviliza finalmente y llena las arterias de la Ciudad Condal, que se puebla de gente con banderas españolas y catalanas.‎ Muchísimos catalanes con el respaldo de ciudadanos de toda España. El discurso del Rey ha movilizado al país y reflotado un patriotismo español, que estaba aletargado. España es Cataluña y Cataluña es España. ‎Quienes invocan el diálogo, como Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, apoyan celebrar un referéndum pactado para satisfacer las demandas de los independentistas con su mantra "volem votar". Es un referéndum imposible, mientras no se restablezcan las libertades civiles en Cataluña. El adoctrinamiento masivo realizado por la Generalitat, el control de la educación, la manipulación de la historia, una propaganda digna de Goebbels, el mito de hablar de un movimiento independentista pacifico y festivo, el supremacismo xenófobo, la descripción de un cuadro económico fantasioso, la pretendida aplicación de un derecho a decidir que no existe, el ocultamiento de la salida inevitable de la Unión Europea y de las Naciones Unidas. Son algunos de los requisitos‎ para un Referéndum válido y esto exige un cambio radical que permita un clima de libertad de expresion que pudiera garantizar un Referéndum justo y ecuánime. Este domingo soleado del 8 de octubre en Barcelona da una respuesta en la calle protagonizada por esa mayoría silenciosa que no se atrevía a manifestar públicamente sus sentimientos, el de ser catalán y español a la vez y no romper el marco constitucional y no quebrar la unidad de España. Todo ello por patriotismo no sólo español, sino también europeo. Esta marea de manifestantes abogan por la unidad de España. El sueño de los independentistas se quiebra, no es un paseo triunfal sembrado de claveles y rosas y encima financiado por los "odiados y odiosos" españoles, que les pagan las nóminas de los funcionarios y de su policía patriótica, los mossos. Este cuento de hadas que pintaba un país más rico y de donde reinara la abundancia se enfrenta a la realidad de la fuga de bancos y grandes empresas. En Barcelona se clama porque la Generalitat y sus hordas subvencionadas de Omnium Cultural y de la Asamblea Nacional recobren el famoso seny, la sensatez y se vuelva como pedían los liberales a Fernando VII "a la senda constitucional" y abandonen la locura actual de niños malcriados, que quieren independizarse, con el apoyo económico de sus padres. Felipe VI lo expresó perfectamente cuando hablo de deslealtad. Se han aprovechado permanentemente del apoyo de los gobiernos centrales y gozan de una autonomía sin par en toda Europa. Romper la baraja. Es algo indigno.Por último resaltar que hoy es una día de amor a Cataluña y de rechazo del fanatismo y de la implantación de un régimen totalitario incompatible con las leyes europeas. Hoy en Barcelona se está viviendo una nueva página de los episodios nacionales de Galdos, uno de cuyos episodios era "Gerona".