Ya nos empobrecen

J.P. Morgan le ha recomendado este lunes a sus clientes que no compren bonos españoles por la inestabilidad en Cataluña: sabe que esa región está dominada por una secta destructiva de independentistas con formas y espíritu del nazismo y del comunismo anarquista.

Este banco de inversión maneja unos activos totales de 2,1 billones de euros, el equivalente al PIB de España durante dos años seguidos. Detrás vendrán otros con igual mensaje.

En cuesta abajo es difícil pararse, y ya empieza a notarse la retracción de las inversiones, especialmente en Cataluña, y tal como está el sectarismo revolucionario separatista se culpará de la decadencia a los demás españoles.

Hasta hace muy poco había esperanza de atraer inversionistas y Barcelona albergaba además la de conseguir la Agencia Europea del Medicamento, EMA, que se irá de Londres por el Brexit, y que tenía a la ciudad española como la candidata más atractiva.

Casi un millar de funcionarios y científicos, con el enorme atractivo social y económico de la rica industria farmacéutica, habían expresado su deseo de ir a Barcelona por el clima y la belleza y servicios, incluido el edificio que les ofrece la ciudad, la imponente Torre Agbar.

Aunque muchos se echaron atrás, algo que ocultan los medios catalanes, al saber que en lugar de español sus hijos estudiarían en catalán si iban a escuelas públicas.

Por otra parte el Círculo de Empresarios ha advertido que con la crispación del independentismo se han marchado de Cataluña 8.000 empresas en ocho años y 5.000 se han relocalizado en otras regiones, mientras unas 140 se disponen huir en 24 horas si Puigdemont proclama la independencia.

Pobreza para Cataluña que también afectará al resto de España. El informe de JPMorgan es solo el principio.