Embusteros y desagradecidos

Siento una mezcla de vergüenza hispana ante el mundo occidental y al mismo tiempo una indignación paisana gallega mariñana. La causa, la manifestación del pasado sábado en Barcelona. Qué manera de utilizar a las víctimas del terrorismo para sacar a la luz del Paseo de Gracia, cumbre del Modernismo arquitectónico, símbolos, mensajes, soflamas publicitarias al servicio de la independencia. No sólo han perdido aquel viejo y orgulloso seny catalán, es que se han transformado en una tropa de garrulos iluminados por la creencia de sus propias mentiras al servicio de un proceso de ruptura dónde vale todo.

Son unos embusteros. No es cierto que la culpa de los atentados en Las Ramblas sea del Estado español por sus relaciones comerciales con los países Árabes, además si lo tienen tan claro que se atrevan a solicitar formalmente en todas las Instituciones españolas y europeas un embargo de mercancías a "clientes" como Arabia Saudita, a ver que opinan los empresarios catalanes. A no ser que tras las mentiras organizadas en forma de pancartas escondan su propia mala conciencia en la prevención del atentado tras la explosión del recinto organizativo en Alcanar.

Son unos desagradecidos. No se puede humillar, al que acude para sumar solidaridad con las víctimas de un atentado terrorista que estaba dentro de lo posible por muchos parámetros de toda índole. Además la colocación del sector para los insultos, estaba perfectamente ubicado por los organizadores de la marcha, y eso forma parte del tacticismo miserable dónde es más importante reivindicar la independencia que abrazar al pueblo consternado por los sucesos, lo que muestra una vez más, que ese pueblo-ciudadanía les importa un comino, ya que serán sometidos por los talibanes ideológicos del proceso.

Hace tiempo que perdí la esperanza. Cataluña está prisionera de una clase política indecente, que desea tapar sus vergüenzas dejándose llevar por los anarquistas de la CUP, quienes están triunfando, entre la huida hacia delante camino del precipicio de unos y la ineptitud perezosa de los demás con mando en plaza. Si triunfa el proceso independentista, de inmediato comenzarán los linchamientos de burgueses y demócratas cristianos -antiguos convergentes-; si triunfa el Estado de Derecho, el enfrentamiento está asegurado, con violencia inimaginable, pues la CUP quiere ese escenario a estilo Balcanes para exigir una solución como las que se adoptaron en Kósovo. Y, da igual si el referéndum se celebra y sale no. Como en aquellos tiempos pasados: " y, al que no quiera ser libre, le obligaremos".

No soy monárquico, ni mucho menos de la derechona. Soy un ciudadano demócrata que distingo historia de mito, ley de postulados partidarios, democracia de partitocracia, prudencia de ineptitud, derechos de infundios febriles. No puede ser más aciago el futuro inmediato en Cataluña. No alcanzo a comprender las razones para haber dejado llegar los acontecimientos hasta la chulería y el desmadre de lo acontecido con premeditación y alevosía el pasado sábado en Barcelona. Fuimos insultados todos los españoles.