El festival folclórico internacional de Avilés se ha celebrado en el Centro Niemeyer con participación de grupos de Colombia, Corea del Sur, México, Polonia y España representada por Aviles, Tente firme. Interesante resaltar la presencia colombiana que sorprendió a los espectadores.

La Universidad del Valle resaltó la presencia africana en su pais, que se concentra en las zonas cálidas del país y que durante años ha sido silenciada, presentando una Colombia blanca, criolla, la clase alta descendiente de los españoles y que sigue representando a este país en los foros internacionales económicos, culturales y politicos. Ni una palabra de los negros, ni los café con leche. Hoy día se rebusca este pasado de esclavitud y de explotacion. En el Instituto Cervantes la profesora de Santa Marta Claudia Mosquera participa en comisiones y actos que tratan de sacar a la luz los aspectos sórdidos de un pasado en que las plantaciones de cultivos tropicales se sostuvieron a base de una vergonzosa y dolorosa trata de esclavos. Se rescata el pasado igualmente en el folclore que nos representó este grupo universitario, incluido el capataz látigo en mano, los patrones despiadados, los bailes de salón de los propietarios y dignatarios del Virreinato, acompasados y reglados, contrastando con el desbordamiento y la alegría africana. Dos mundos frente a frente, que se funden en el crisol de la nacionalidad colombiana contemporánea. Los danzantes son casi todos

negros y sus ritmos se alejan de la Colombia de Juanes y de Shakira, se enriquecen con la diversidad y el fuego africano. Es una Memoria Histórica a la colombiana,que refleja un posicionamiento del mundo negro o si se quiere afroamericano. Un pequeño botón de muestra, los orígenes de la fenecida Caja Madrid se remontan según esta fuente al dinero obtenido con el comercio de esclavos. En Sudáfrica se pide saldar una deuda histórica y también en los Estados Unidos. En Colombia este movimiento es más testimonial, ya que es muy fuerte la identidad resultante, la colombiana. En España se habla muy poco de la trata de esclavos, que se hacía en público y reportaba pingües beneficios. Cuando veamos a los africanos que se agolpan en nuestras fronteras echemos una vista atrás y por lo menos veámoslos con respeto. Justicia obliga.