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Félix ante los animalistas

miércoles, 26 de julio de 2017
Si Félix Rodríguez de la Fuente viviera ahora y dijera que era cazador seguramente los animalistas lo acosarían como a Melania Capitán, bloguera y cazadora de 27 años, que se suicidó esta última semana cerca de Huesca posiblemente hastiada de las amenazas con mandíbulas de hienas que sufrió de fanáticos defensores de especies no humanas.

El cronista tuvo el honor de ser amigo de Félix Rodríguez de la Fuente y de ayudar, cuando empezaba como periodista, a su campaña para evitar la desecación de las Tablas de Daimiel que querían dedicar a la agricultura y la ganadería.

La defensa de Félix de la caza controlada y ecológica, la que practican la mayoría de los cazadores federados, contagiaba a quien lo escuchaba; aunque nunca lo intentó, a este cronista no lo entusiasmó hasta hacerle desear disparar un tiro.

Tiempos de literatura de caza de Miguel Delibes o José María Castroviejo, cuyos hijos naturalistas y cazadores formaron parte de los equipos de Félix, autoridades ahora en la defensa científica de la naturaleza.

El cazador conoce las especies, su densidad, su utilidad, los peligros que sortean y cómo deben mantener el equilibrio todas ellas, y en eso Félix era el gran sabio ecologista.

Declaraba que la caza era necesaria, como lo es frecuentemente para alimentar: por ejemplo, hay poblaciones de animales que deben reducirse, y otras que deben protegerse de sus depredadores.

Pero ha aparecido una especie humana, nuevos depredadores fanatizados por el Pensamiento Disney, de agresiva emotividad, que desea ya prohibirnos el consumo de carne. Van camino del hinduismo más violento.

Son grupos que igualan cualquier animal con los humanos, y están volviéndose peligrosos al transformar su amor a los tiernos animalitos de los dibujos animados en odio a las personas.

Tratarían de llevar a Félix al suicidio de saber que era cazador, aunque él los torearía por naturales hablándoles, porque también le gustaban los toros, otra afición que este cronista no compartió pero que siempre respetó.
Molares do Val, Manuel
Molares do Val, Manuel


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