Inaceptable

‎La muerte en prisión de Liu Xiaobo y el arresto domiciliario de su esposa Liu Xia es uno de esos atentados contra la libertad de conciencia totalmente inaceptables. El Premio Nobel de la Paz otorgado a este activista no violento debió de hacer comprender a las autoridades chinas cual era el sentir internacional entre las democracias sobre la represión y la falta de libertades cívicas. Desde esta tribuna de GD he alabado el gran proyecto chino de la ruta de la plata para el fomento de los intercambios comerciales mundiales y el reforzamiento del desarrollo de los países que recorre esta histórica ruta. La sabiduría política del presidente Xi Jingping ha sido elogiada por Macron y Trump,Dastis nuestro ministro de exteriores ha expresado su hondo pesar por el fallecimiento de Liu Xiaobo y se suma a la campaña por la liberación de su esposa, pero cuidándose bien estos tres políticos de mencionar a China, como si el Premio Nobel de la Paz fuera un apátrida. Creo que los tacticismos en una cuestión tan seria que ataca los fundamentos de un mundo civilizado cual son los derechos humanos están fuera de lugar y son profundamente equivocados.Se debe condenar y reprochar al amigo que comete una violación flagrante de la convivencia internacional. Esa patética foto de médicos y enfermeros en torno al muribundo líder de los derechos humanos exige una condena sin paliativos. Hay que explicar a nuestros amigos chinos, socios de grandes actividades comerciales,que hay un código ético, de decencia que todos tenemos que respetar. El avance en condiciones económicas y en calidad de vida de una parte considerable de la población china debe acompañarse de un respeto a las normas de convivencia internacionales. La libertad de conciencia es fundamental. No se puede mirar para otra parte. El despotismo esta fuera de lugar en el siglo XXI y a los déspotas hay que mandarlos al colegio.Callar seria convertirse en cómplices. Un mandatario internacional de la talla de Xi y sus consejeros tienen que entenderlo y los ciudadanos occidentales en nombre de la sociedad civil tienen que decírselo y no digamos los políticos, para los que es obligatorio cantarles las cuarenta a estos líderes chinos que deben empaparse de Confucio y no cometer tropelías como las que se han hecho con este matrimonio chino, culpables del delito de pensar y aspirar a reformas democráticas. Queridos amigos chinos traten de convencer, evolucionen y no se impongan por la represión. Convenzan no venzan. Han convertido a Liu Xiaobo en un mártir de la libertad y por favor recapaciten y dejen en libertad a su esposa. Ustedes son partidarios de la libertad de comercio, séanlo también de las libertades cívicas. Pónganse al día. Vaya un recuerdo emocionado a este activista chino y a su mujer. Para Mao la mujer era la otra mitad del cielo, pero que sea libre.