El Movimiento contra la Intolerancia, participó en el orgullo mundial y su presidente y factótum, Esteban Ibarra, estuvo en la pancarta que encabezó la gran marcha del primero de julio, subió al escenario de la plaza de Colón y participó en el Show de Carmena, un poco opacada por Cifuentes. Una impresionante manifestación en favor de la Igualdad y contra la diversidad en que flotaba el bonito lema del Ayuntamiento Ama a quien te Ama repetido en muchas marquesinas de la capital.
Esteban, hombre de todas las movidas y vigoroso luchador contra el odio y todo tipo de discriminaciones, salta ahora a la actualidad impulsando una nueva asignatura para la Educación Secundaria en la Comunidad de Madrid, denominada Tolerancia y Respeto
En una nota publicada nos dice Esteban que la erradicación de toda forma y manifestación de intolerancia, incluido los delitos de odio y otros hechos muy graves, se incorpora de forma rotunda por primera vez al ámbito educativo, tras un trabajo paciente. Supone un regalo para nuestros veinticinco años de existencia. Es una temática concreta y la UNESCO así lo recomienda. Para Esteban no hay contradicción entre la Educación para la Ciudadanía y Tolerancia y Respeto, pueden coexistir perfectamente e incluso la una estar integrada en la otra, y hay países donde hay varias asignaturas.
Como aportación de Paz y Cooperación creo que en Tolerancia y Respeto deben incluirse las manifestaciones religiosas, ya que es absurdo ser tolerante en cuestiones sexuales y tener odio y fustigar a las religiones, especialmente a la católica. Este es un campo muy importante si se tiene en cuenta de que la mayoría de los ciento noventa y seis países que componen las Naciones Unidas son religiosos e incluso alguno, lo son en grado superlativo. El anticlericalismo tuvo mucha vida entre el siglo XIX y comienzos del XX. Tierno Galván, que para mí fue un ejemplo de tolerancia y respeto, defendió un agnosticismo, no eliminó el crucifijo de su mesa de trabajo y se dirigió al Papa en latín. Lemas del tipo Ardereis como en el treinta y seis, no son solo expresiones de odio sino de flagrante anacronismo. La UNESCO postula esta asignatura en un sentido universal y la singularidad del orgullo es la defensa de los derechos humanos de quienes se ven perseguidos por sus inclinaciones sexuales y afectivas. Inclúyase también, por favor, los sentimientos religiosos y téngase en cuenta que en un momento en que debe imperar la fé compartida pretender darle leña al mono, no es ser un progre sino un antiguo miembro de la nueva caverna. Preciosa pues, la fraternidad del orgullo, pero debe contagiar a otros temas como la erradicación del odio en el deporte, y en las relaciones entre hombres y mujeres no solo la represión de la barbarie sino también la búsqueda de la armonía.
Por último, en el tema del tan traído y llevado tema de la desigualdad, frontera entre la derecha y la izquierda, debería imperar un diálogo que ni se pidiera ni se negara la luna, sino que se llegara a unos nuevos Pactos de la Moncloa que evitara actuales injusticias y futuros quebrantos. Tolerancia y respeto, de acuerdo Esteban, pero eleva tu periscopio y ayúdanos a avanzar en terrenos de Paz y Reconciliación. Esteban siempre en la brecha.
