Viva la democracia

‎En la sesión de conmemoración del 40 aniversario de las primeras elecciones democráticas desde la Dictadura, Pablo Iglesias grito en pleno hemiciclo Viva la Democracia frente a los vivas a España y al Rey. En los tiempos en que la Real Academia de la Lengua ha admitido el término posverdad la democracia que invocan los amigos de Podemos quiere decir Viva la Revolucion!, pues la legalidad de la Constitución actual ya no les vale y desean unas Cortes Constituyentes y de momento violar o ignorar las leyes, todo ello de forma leve, sin alterarse, convirtiendo lo excepcional en algo normal. La escalada continua en la puesta en discusión de la Monarquía y en apostar por una Tercera República y prosigue con una laicidad radical, que intenta socavar la religión denunciando el Concordato con la Santa Sede y todo ello como un juego de niños, una Revolución de terciopelo. Comprendo queridos lectores que frunzais el ceño y que penséis que son jeremiadas y ganas de complicarse la vida y perder el tiempo. Es difícil vivir contracorriente. Fui uno de los que se alegraron e ilusionaron mucho con la Transición, que suponía el abrazo de las dos Españas que nos reconciliaba también a los partidarios de la tercera España. De repente el clima ha cambiado y nos estamos deslizando sin darnos cuentas a un panorama completamente distinto, donde se olvida la reconciliación y se implanta alegremente el enfrentamiento y el revanchismo. Es verdad que el clima ha cambiado y hemos entrado en una era ecológica, en que desaparecen los cimientos cristianos y se sustituyen por la nueva religión del ecologismo, que postula nuevos valores, que van del panteísmo o divinizacion de la tierra a la libertad individual desvinculada de los deberes comunitarios, a una igualdad militante, combativa, que destierra la armonía entre los sexos. Un amor desmedido por los animales a los que se humaniza. Francisco de Asis se quita el habito, reniega de Dios y es partidario del amor libre y claro está se apunta con entusiasmo al Orgullo Universal y exclama Viva la Democracia. He vuelto a los humores de mi primer libro de mi ciclo de GD, el del hombre perplejo. Es casi imposible remar contra corriente y luchar contra las patrañas que se están imponiendo sin que nos demos cuenta. Nuestros primos catalanes no acatan, ni Constitución ni las leyes, se han inventado una historia que no ha existido nunca, se sienten agraviados y quieres irse. Es un sentimiento sin ninguna lógica, pero que tiene su gran fuerza. Los corifeos se declaran partidarios de la plurinacionalidad, que en realidad no preocupa a nadie. En economía se entrecruzan las propagandas, de los que pintan una economía en rosa a quienes la ven en negro profundo. En un país de pillos y logreros se pretende crear un hombre nuevo, que rehuya de la corrupción, cerrando los ojos ante el amiguismo y el nepotismo. Parece increíble que el Sr Rajoy y su partido de imputados consiga sobrevivir en un clima de nuevo catorce de abril, que día a día se va despojando de corsés y de rémoras y se despierta libertario. Los acratas vuelven. No seamos pesimistas. Nos lo merecemos.