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Helmut Kohl

jueves, 22 de junio de 2017
Helmut Kohl ‎La muerte del estadista protagonista de la reunificacion alemana ha levantado una avalancha de elogios y de expresiones de duelo. Su discípula Merkel, que le ninguneó en sus últimos años se ha deshecho en apreciaciones de afecto y reconocimiento. Un verdadero entierro de primera clase. La vida privada y la pública se contraponen y a veces rozan lo inverosímil y tocan la indignidad. Quien haya visto la película Marie Curie sabe de que estoy hablando. Gran científica que se enzarza en amoríos con el marido de su mejor amiga o la de nuestro Rey Juan Carlos, el demiurgo de nuestra actual democracia en amoríos con una bella e intrigante Mata Hari. También Kohl suscita revuelos al casarse en avanzada edad con su secretaria. Vidas divididas entre público y privado. Helmut como resalta hoy Felipe González en El País deseo una Alemania Europea lo que se plasmó en la frase "Nunca más una Europa Alemana. Quiero una Alemania Europea". Consiguió también que sus compatriotas escaldados por la pérdida de sus ahorros en las dos grandes guerras, aceptaran el euro. Fue un gran amigo de España impulsando nuestro ingreso en la Unión Europea y contribuyendo a financiar nuestras infraestructuras con los fondos estructurales y nuestro desarrollo. Alemanes y españoles, que no tenemos fronteras entre sí, siempre nos hemos llevado bien, aunque a veces lo que nos gusta de los alemanes no sean precisamente sus mejores virtudes. Recuerdo en mi época de Izquierda Democrática que en la transición todos los partidos españoles estábamos subvencionados por los alemanes. A nosotros nos apoyaba la Fundación Konrad Adenauer y circulaban maletines. Alemania deseaba un país fuerte y democrático en el volátil sur de Europa y estaban escaldados de la "furberia", la astucia italiana. En las necrológicas al uso figuran los logros de estas grandes personalidades, quiero resaltar sus difíciles relaciones con su discípula Angela Merkel, esta hija de pastor protestante de la Alemania del Este, que le siguió mientras la acomodo y luego puso la zancadilla a su mentor para luego arrinconarlo. Solo Putin, el César democrático ha conseguido ceder su cargo a otro que no le ha suplantado, ni traicionado y ha respetado los pactos. Kohl en sus últimos años en silla de ruedas y con atormentada vida privada se quejaba de la Merkel que podía "destrozar su obra". Su imponente figura de casi dos metros y gran corpulencia se retorcía aquejado de achaques y de recuerdos. La historia de Europa le hará justicia y demostrará como un hombre común, de provincias puede erigirse en gran arquitecto de Europa. El "canciller eterno" le calificó Der Spiegel, la revista más audaz para el lector más inteligente como rezaba el lema de La Codorniz, publicación esta de obligada lectura para todos los nacionalistas, especialmente para quienes entonan solemnemente "Els segadors". Helmut unió su país, reunificándolo y europeizó Alemania. Resuene para Herr Helmut la marcha de Los Maestros Cantores de Richard Wagner. Honor al amigo de España.
Antuña, Joaquín
Antuña, Joaquín


Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad de los autores y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la empresa editora


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