La política internacional esta dominada en Europa por las elecciones inglesas del 8 de junio. Bernie Sanders ha apoyado a Corbyn, al líder laboralista y está remontando en las encuestas. El Brexit está en juego.
Mi amigo Jeffrey Sachs felicita a Donald Trump porque ha conseguido terminar con la hegemonía americana. El calentamiento global es una amenaza existencial. Esto lo saben Sachs y también hasta los administradores de ExxonMobil, Chevron y casi todos los científicos del mundo. Este es el principal tema de preocupación internacional.
La amenaza global del yihadismo ha golpeado también en Filipinas y últimamente en Londres pero son atentados que cuestan la vida a un relativo número de personas aunque siembren el terror. Sin embargo, el problema del clima no tiene fronteras y este es el primer problema de la comunidad mundial.
Donald Trump está prisionero de los grandes grupos de presión que son las compañías petrolíferas, Wall Street, el complejo militar-industrial y la industria sanitaria. Si se organizará un referéndum la mayoría del pueblo de Estados Unidos votaría a favor del acuerdo de París que intenta reducir en un grado y medio el calentamiento global. Sacar el santo y sana del carbón es una falsa verdad ya que se trata de una industria totalmente automatizada que según Sachs no crearía muchos puestos de trabajo. El problema es que los grandes apoyos de Donald en su campaña electoral procedieron de los grupos de presión y ahora tiene que servir sus intereses abonando entre otras cosas el sistema de sanidad aprobado por el Presidente Obama.
Para los europeos, excepto británicos, es incomprensible que la llamada primera potencia mundial no tenga un sistema sanitario ni una educación gratuita de calidad y pensiones dignas. Bernie Sanders, en su muy popular, entre los jóvenes, campaña en las primarias puso de relieve esta imperiosa necesidad de socializar los Estados Unidos frente a la señora Clinton que apoyaba el status quo.
Otra insensatez de Trump es declarar la guerra comercial a Alemania. Es increíble la arrogancia y la ignorancia de este magnate y es natural que haya cundido la alarma. La economía americana se resentirá del abandono de las energías renovables cuyo liderazgo pasará a China y a la India. Además, el oleoducto que atravesaría Alaska pone en peligro un santuario de vida natural y aceleraría la destrucción del equilibrio de nuestro planeta. Europa y China aún con muchas dificultades se frotan las manos.
DArtagnan Macron, su prima Ángela Merkel y el Imperador Xi, éste último hombre de proyectos ambiciosos, si se ponen de acuerdo pueden brindar una alternativa. Desde la distancia, Putin los contempla enigmático. El clima preocupa a todos.
