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Su Majestad el fado

sábado, 20 de mayo de 2017
Gallo que no canta algo tiene en la garganta eso debió de pensar nuestro fabuloso representante en Eurovision Manel Navarro, que dejó estupefactos a los espectadores presentes y en las redes. Desde la Su Majestad el fadomemorable Operación Triunfo, cantera de jóvenes talentos como David Bisbal, España ha tirado la toalla en este concurso tan seguido en medio mundo. Se recurrió al esperpento con Rodolfo Chikilicuatre‎ y después todo un rosario de medianías. No se optó por cantantes hechos y derechos, ni por recurrir a nuestro rico y famoso folklore, al estilo de Macarena. Por esto me ha alegrado mucho el triunfo de Salvador Sobral, ese fadista en versión cool jazz, con ese aspecto modesto, sentimental y nostálgico, con tintes de perpetua saudade, que distingue a nuestros hermanos portugueses. 'Amar pelos dois' compuesto por su hermana una bella moza lusa, es dulce, suave con un toque un pelin tragico, de fragilidad humana. Escuchando la repetición de esta balada fado me veía en el Barrio Alto y en la Alfama de Lisboa esos templos de la canción portuguesa, con esos tablados y locales tipicos en que actúan unas mujeres perpetuamente vestidas de negro vertiendo sus lamentos y envolviendonos en su magia y si en esos embriagadores momentos tenemos a mano un vinho verde entonces el embrujo es irresistible. Soy un gran admirador de Portugal, he pasado en el Algarve varios fines año especialmente uno memorable en Villamoura al romper del nuevo Su Majestad el fadomilenio y soy un incondicional del fado. Tuve ocasión de asistir al último recital de Amalia Rodrigues en el Teatro Sistina de Roma y la espere a la salida mezclado con sus fans para que me firmara el programa.Una dama impresionante. Su brillante recital término con todo un teatro coreando su Lisboa antigua y señorial. Con un poco de imaginación me imagino a Mourinho cantando un sentido fado si el Celtiña no hubiera fallado la ocasión clamorosa que tuvo en los últimos instantes del partido en Manchester, en vez le salieron unas sevillanas.Cristiano a su vez mesmeriza a los madridistas del planeta fútbol y es un gran embajador, con aeropuerto a su nombre en Funchal, del país de Camoens. Con Sobral, que parece un poeta bohemio de Montparnasse, Su Majestad el fado ha presentado su tarjeta de visita y sumido en satisfacción a los amantes de su bello país, que además y sin que sirva de futuros precedentes nos ha propinado a sus hermanos españoles otra sonora Aljubarrota. La historia se repite esta vez en fado.
Antuña, Joaquín
Antuña, Joaquín


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