
Ya empezó la verbena, y repetición de la jugada. Farolillos de colores, charangas desafinadas, procesiones, comisiones, filesas, pasos a nivel para trenes con tanatorio incorporado, vino para todos, viva Zapata, puntos negros, y Fomento que fomenta la muerte rápida.
Baiona, un retrete público. Reganosa, una planta de gas con escape libre y la ría de Ferrol más muerta que viva. Banderas y estandartes al viento resucitan a Franco. Petardos, guirnaldas y Palas de Rey de juerga en Ibiza .
Primarias. Sigue la fiesta. El engendro de Aznar pasea su bigote nazi con la botella medio vacía. Felipe González el del Gal y el atraco a mano armada, de pie junto al palco. Rajoy, disfrazado de requeté, baila "España Cañí" con su sombra. Zapatero, ni pincha, ni corta, ni sangra. Es un fantasma.
Titiriteros, papeletas falsas, censos manipulados, ladrillos negros, chorizos al espeto, luces que se apagan y la cárcel de Bonxe, esperando.
¿Votar?
Ni borracho