Letizia y los adjetivos

La Reina Letizia no se prodiga en declaraciones, ni en discursos excepto saludos y felicitaciones de rigor. En esta ocasión tal vez con nostalgia por sus tiempos periodísticos ha comentado los adjetivos muy beligerantes y agresivos de sus compañeros, que convierten sus artículos, sobre todos los cronistas deportivos en campos de batalla. Con todo el respeto debido a Doña Letizia tengo que discrepar‎, porque mi ilustre paisana los adjetivos son como las especias para condimentar los alimentos y es natural que se defina al clásico, el partido entre el Real y el Barsa "como dramatico" y se escriba que "están las espadas en todo lo alto", son recursos muy adecuados para describir el estado de ánimo de las respectivas hinchadas y si hablando del trío de encarnizados candidatos a la secretaria del PSOE se narre como "pasión de socialistas". Felipe VI nuestro buen Rey, excelente profesional como lo ha sido siempre su augusta madre Doña Sofía, se enamoró de la chica de la tele, que nos tenía encadilado a todos los caballeros y se la llevó. Privilegio regio. Hoy tal vez se hubiera fijado en Himar la muy atractiva presentadora canaria del tiempo en Antena 3 los fines de semana bajo la sabia batuta de Matías Prats II. Hablando de sangre azul esta semana hubo noticia en Buckiham Palace el Príncipe Felipe se retirará este otoño de sus funciones de representación, al cumplir sus 96 años, es nada menos Presidente de más de 700 organizaciones culturales y caritativas. La Reina Isabel sigue tan pimpante con sus sombreros y bolsos de siempre. Su madre superó los 102 de años bebiendo sus tradicionales gin tonic. Buenos genes. En Tailandia siguen con el sentido luto a su venerado Rey, figura clave de la historia de su país. En Japón se especula con una jubilación de su emperador, pero la monarquía goza de excelente salud. En los países nórdicos y bajos se ha producido un rejuvenecimiento de sus Reyes, como también en España. Las consortes comprometidas como la ex actriz porno Mette Mari en Noruega se comporta muy bien como la abogada australiana de Dinamarca o la argentina de Holanda, cuyo padre era sospechoso de colaborar con la dictadura argentina de los generales. De todas formar para no herir los sentimientos monárquicos es aconsejable no ver en internet los programas porno noruegos, que por cierto cada vez se parecen más a las clases de ginecologia de la Facultad de Medicina, para no encontrarnos con sorpresas que harían felices a los republicanos dePodemos,en versión nórdica. Bromas a parte, las Monarquías están presentes en países muy prósperos y democráticos, en naciones medievales y en imperios exóticos, Hoy la distinción entre Monarquía y República no es sinónimo de Tiranía y Democracia, aunque le pese al carnavalero Kichi de Cádiz. Por lo tanto un respetuoso saludo a la Reina asturiana, aunque me separen de ella muchas cosas, no mi afecto, pero si sus adjetivos sosos, insulsos y monótonos.