Comicios en Lugo

Día tras día va quedando menos para las próximas elecciones municipales, ello ya se nota en el ambientillo preelectoral, esta temporada los políticos son mucho más asequibles, es decir más cercanos a los vecinos. El señor Orozco trata aun de hacer mucho mejor la pelota a cualquiera persona que encuentre por la calle.

El señor Joaquín García Díez, baja de su pedestal y repartió marcapáginas con motivo del día del libro –Pero mí querido amigo Joaquín tu siempre tan estirado y ahora tan humilde, hombre tampoco te pases de modesto-.

Los del bloque también tratan de arrimar el ascua a su sardina. De los muchachos y mozas de Izquierda Unida nada sé y de la nueva formación política Terra Galega, sinceramente les deseo mucha suerte. Creo que puede resultar una formación muy interesante, ello, con vistas al futuro y además por su empeño se merecen sacar dos concejales en el ayuntamiento de Lugo.

Me imagino que después de las ultimas encuestas, Orozco y sus ediles nadan en la abundancia del posible voto, lo mismo les pasó en su día a los mandatarios del PP, hoy con buena falta de más votantes y mejores aires, que a juzgar por la relación de posibles ediles está muy bien hecha para sacar de siete a ocho concejales. A mí modo de ver es una candidatura muy de andar por casa, con muchas caras nuevas, que prueban suerte a ver que sale, donde se incluyen variadas profesiones, sin faltar la de mesonero.

A los sufridos vecinos ahora nos toca la peor parte, tener que aguantar toda la precampaña y la campaña, algo parecido a las rebajas de enero, donde varias veces me llenaran el buzón de propaganda cargada de promesas, donde salga quien salga, la mayoría de las mismas nunca serán cumplidas y otras esperaran olvidadas en los cajones de no sé que despacho, algo así como la espera desde hace años por el nuevo puente, el auditorio, los miles de puestos de trabajo que nos iban a crear en Rozas etc.etc.

No obstante como hice siempre una vez más iré a votar, es la única forma válida que tengo para dar la confianza a unos y mandar al carajo a los otros.