Tiempo de trileros

‎Se engañan quienes creen descabellada la moción de censura que planea el peronista de Vallecas. Pablo es un consumado trilero, profesión a la puede dedicarse en la calle Preciados o en la Rambla si fracasa en política. Entre las tres cartas debajo la que se esconde la bolita del premio está el rostro de Pedro Sánchez, frente a Pachi y a Susana. Es su As de bastos, es su baza, la del Divino Pedro ganando las primarias socialistas el 21 de mayo y encontrándose con la zanahoria de ser el candidato en la moción de censura. En esta hipótesis la Fontanera Prodigiosa con su As de Oros y el vasco Lehendakari del As de Copas quedarían descolocados ante unas bases enardecidas que exigirian La Moncloa súbito, como los fieles que en el funeral de Juan Pablo II pedían Santo Súbito. Es una cuestión de calendario la que esta meditando el Coletas, que es un excelente estratega y sabe que los socialistas tienen hambre de cargos públicos y que con tal de tocar pelo, ya esta muy cerca la Feria de San Isidro, mirarían hacia otra parte, con tal de subirse al machito. Se ha demonizado al fascismo, pero no al marxismo, a pesar de los gulags soviéticos y el genocidio polaco. Se condena el totalitarismo, solo si es a la derecha e incluso se compara a Jesucristo con Marx y se glorifica a la Revolución de octubre como hace el hombre de las finanzas de Carmena. Esto hace muy difícil un Frente Democrático contra los populistas y los nacionalistas. Pablo lo sabe, tiene bula como Antoñete, el del toro blanco y planea un derrocamiento por sorpresa del impasible gallego de Pontevedra. Desea darle un revolcon de padre y muy señor mío. Ante esto Rajoy se encomienda a todos los santos e incluso va, me aseguran, de tapadillo al Cristo de Medinaceli a pedir su intercesión para que gane Susana, la mandamas de Andalucía. En esas estamos en la Villa y Corte, mientras las olas fétidas de la corrupción amenazan en convertirse en un tsunami y El País y El Mundo atizan el fuego, por afinidad el uno por amarillismo el otro y la SER se regodea y remueve el estercolero, mientras tanto resurge Mateo Renzi en Italia, Macron es la estrella naciente en Europa y la inglesa May se enfurece, mientras la Sra Merkel se tienta la ropa. En Celtiberia el peronista de Vallecas prepara su show circense y el Divino Pedro relee el Conde de Montecristo.