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Autovía de los sueños

viernes, 21 de abril de 2017
La autovía del Cantábrico (A-8), en su proyecto original, recorría la cornisa cantábrica y finalizaba en Ferrol; pero por razones diversas y nunca claras, al llegar a la costa de Lugo, se desvió enviándola por el interior para pasarla por Mondoñedo y Villalba y llegar a Bahamonde donde enlaza con la A-6.

¿Cuáles fueron las razones de dicho cambio? Se nos ha dicho que por razones presupuestarias se acortaba el camino y también que para evitar el impacto ambiental, pero algunos sospechamos que tal desvío, nefasto en sus consecuencias por los problemas que acarrea la niebla en el Alto do Fiouco y que obliga al desvío del tráfico a la nacional antigua, no obedece a cuestiones presupuestarias como se está demostrando al tratar de corregir dicha anomalía, ni tampoco impacta ambientalmente como se demuestra con el nuevo proyecto , sino que obedece a razones de peso político del entonces Presidente de la Xunta el villabés Fraga Iribarne. Un político con tanta ascendencia en la zona y que jamás se involucró en su desarrollo.

Tal decisión supuso marginar y condenar una vez más al ostracismo a toda la costa comprendida desde Ribadeo a Ferrol. Muchos pueblos, que tienen en gran medida su economía orientada al turismo, perdieron una oportunidad única de desarrollarse pensando en el siglo XXI, pero también las lonjas, la industria maderera, el complejo de la Alúmina y cientos de pequeña empresas quedaron marginadas por tan disparatada decisión.

Para paliar tal error (111 kilómetros) las administraciones decidieron arreglar el entuerto y así en el año 2000 Fomento y la Xunta acordaron la realización de esta obra corriendo a cargo de Fomento la carretera de a Mariña (33’5 ó 35 kilómetros) y de la Xunta lo que se llama Corredor de la Costa Norte( 78 Kilómetros).

En el año 2001 el Conselleiro de la Xunta, José Cuíña, anuncia la construcción de la Vía de Alta Capacidad Costa Norte entre San Sadurniño y San Cibrao. Su finalización se prevé para el año 2007. Diez años después sólo se han realizado la Variante de Ortigueira (8’6 kilómetros) inaugurada en el 2010. El resto está sine die como la Variante de Viveiro, por ejemplo, está atascada por desavenencias de trazado que sirven de disculpa al acoso político.

Recientemente la Xunta, después de tenerlo atascado durante años y retomarlo antes de las diversas elecciones, ha inaugurado el tramo Beltrán – Celeiro restando por tanto 61’2 kilómetros correspondientes a la Xunta.

Se han disculpado con crisis y otras argucias de las que se olvidan en fechas electorales.

En cuanto al tramo estatal entre Barreiros y San Cibrao (llamada A-82, después A- 74 y ahora carretera da Mariña) ha sido anunciada en febrero de 2011 por Ana Pastor como carretera de doble dirección con calzadas de siete metros y arcenes de 2’5 metros, habiéndose realizado con anterioridad las variantes de Burela y Foz. Según nos cuentan está previsto que sea la que vertebre la costa de Lugo hasta empalmar el enlace en san Cibrao con la Vía de alta capacidad de la Costa Norte de titularidad autonómica y así arreglar el entuerto.

¿Cómo está? No se ha realizado nada más que estudios, pero con escasísima inversión presupuestaria y sin visos de realización.

Se trata de 111 kilómetros de los que sólo se llevan realizados 16’6 por parte de la Xunta. Según un estudio realizado por la Voz de Galicia, si continúan al actual ritmo, las obras finalizarán, si nadie lo remedia, en el año 2113.

Llamarle, por tanto, AUTOVÍA DE LOS SUEÑOS a una carretera que forma parte del futuro lejano, seguramente me proporcionará el título de demagogo por parte de los políticos que nos gobiernan; ahora bien, yo me ciño a los hechos y a las promesas incumplidas, mientras que ellos, administraciones del PP, debieran ser autocríticos y honestos; ser sinceros con los ciudadanos a los que representan y decirles con claridad que esta no es Tierra para inversiones en infraestructuras porque, como nos recuerda Vicente Míguez en su libro de “Azul Olvido”, no hace mucho tiempo en Fomento aún no sabían que Lugo tenía costa.

Ellos, esos que muchos votan, son sólo “cucharas” parlamentarias (ni pinchan ni cortan), son sólo cobradores y vividores de nuestros impuestos, personas con escasísimo poder en las estructuras donde se pudiera revertir la situación.

Debieran confesar que sólo son correveidiles y no tienen las agallas necesarias para reclamar para esta parte de Galicia (otras zonas son algo más afortunadas) y, ya que se dedican a la política, convencernos de que esto no es el culo del mundo, que ellos no se pliegan a los intereses del partido, un partido, más atento a comprar el cariño de los catalanes, que a practicar una política de desarrollo armónico del País. Los cien mil habitantes de la zona merecemos otra cosa y, por supuesto, mandar a estos personajillos a donde ellos envían a nuestra juventud, no a disfrutar de Bulgaria precisamente, sino a fregar platos por Europa porque está claro que necesitan reciclaje y perder tanta docilidad.

Mientras para mí, la Transcantábrica choriceada, seguirá siendo: LA AUTOVÍA DE LOS SUEÑOS. Y el lector juzgará quien es el demagogo.
Timiraos, Ricardo
Timiraos, Ricardo


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