sábado, 20 de abril de 2024
Esta antigua comunidad cristiana, que en su liturgia hablan el idioma del antiguo Egipto y que literalmente significa los egipcios. El Islam en su avanzada por Oriente Medio tuvo muchas dificultades en imponerse en este país y no pudo erradicar al cristianismo, que fue apoyado en los tiempos de influencia británica llegando al siglo XX con una comunidad pujante, que abarcaba más de un diez por ciento de la población de Egipto. Incluso tuvo un representante muy destacado el Secretario General de Naciones Unidas Boutros Boutros Gali. Recordemos que en Irak Tarik Asís el brillante ministro de Asuntos Exteriores era también cristiano. En la antigua Mesopotamia se enraizaron los primeros cristianos, que ahora saltan desgraciadamente a las primeras páginas y titulares de los medios de comunicación. Los coptos, los caldeos, los armenios son los primitivos cristianos, los pieles rojas de Cristo, la huella de Pablo de Tarso, el fogoso y ardiente San Pablo, que fue el gran propagador del cristianismo, con el paso del tiempo se fueron desgajando del árbol madre de Roma en los Concilios de los primeros siglos separándose por la naturaleza humana y divina de Cristo, disquisiciones teológicas, que rayaban en lo inverosímil, pero que enarbolaban una gran fe y una muy bella liturgia. En San Jorge y en San Marco se han vivido dos momentos trágicos. Los Hermanos Musulmanes y el yihadismo han tomado de mira a los coptos. El Isis quiere golpear a la estabilidad de Egipto, como se ha desestabilizado a Irak y a Siria. En Egipto se está desarrallando un diálogo entre cristianos y musulmanes debatiendo temas con la libertad de conciencia y la laicidad del Estado. La respuesta de los yihadistas es el exterminio programado. Hay una guerra civil entre los suníes, que quieren un Estado moderno compatible con la democracia y quienes se oponen a toda contaminación cristiana y atacan en las celebraciones de Semana Santa y Navidad. Esta presencia cristiana es inaceptable para los yihadistas, que quieren un Islam excluyente, que hace que asistir a misa sea arriesgar la vida para los coptos.Por ello el Papa argentino visitará Egipto los próximos 28 y 29 de abril para apoyar a estas comunidades cristianas, que denomina los nuevos mártires que soportan valientemente el permanente hostigamiento afirmando su fe, aunque arriesguen la palma del martirio. Un ataque químico a la población civil ha suscitado una gran reacción internacional y es necesario también que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas condene vigorosamente estos atentados contra la religión. En España sin la quema de iglesias y conventos y el vil asesinato de miles de frailes y religiosos nos hubiéramos ahorrado cuarenta años de dictadura. La libertad religiosa es uno de los pilares fundamentales de la democracia y de la convivencia civil. No es hora de cruzadas. Han sonado las campanas por la reconciliación y la fe compartida. En esta hora de tribulación todos somos coptos.
