El imperio americano

En mi intercambio de mensajes con Jeffrey Sachs me manda ‎Sonia Sachs un jugoso y muy denso y documentado artículo que aboga por la salida de Estados Unidos de Oriente Medio y por que renuncie a ejercer su dudoso papel de guardián de las libertades. A primera vista parecería que Sachs se ha convertido al aislacionismo y a la doctrina Monroe de América para los americanos, pero es un espejismo, el catedrático de la Universidad de Columbia de Nueva York propone que Estados Unidos afronte un reto más ambicioso, que se implique en el bienestar del mundo y deje de traicionar sus ideales. Efectivamente las cruzadas de Estados Unidos han consistido en guerras de anexión, desde su independencia y su Constitución en 1776, las trece colonias sublevadas han conquitado una gran parte de México, Tejas, Nuevo México y en su expansión hacia California han cometido un genocidio con los indios, que eran los pobladores de esas tierras. El ferrocarril y los colonos derrotaron apoyados por los soldados azules a los indígenas, lo que nos presentan como actos épicos en las películas western, en que se presenta a un John Wayne como un héroe, cuando desde esta nueva óptica es un forajido, que impone su ley, la del imperio americano con su humeante Colt. Después en la guerra de Secesión unifican el país continental, aboliendo la esclavitud, por ello el Presidente Lincoln, representa lo mejor de los ideales americanos. La próxima expansión sería la guerra contra España a la que arrebatan prometiendo la libertad a los filipinos, portorriqueños, cubanos y archipiélagos del Pacífico. En realidad se trato de una asimilación de los "liberados". Llegando en Filipinas a imponer el inglés y convertir al país en una colonia. En la primera guerra mundial la intervención de Estados Unidos con la doctrina Wilson produce el desmenbramiento de los imperios austrohungaro y otomano, rompiendo los equilibrios hasta entonces existentes y provocando el resugirmiento virulento de los nacionalismos francés y alemán. En la Segunda Guerra Mundial contribuyen a la liberación de los aliados en una cruzada contra los fascismos de Europa y Asia, pero permiten la expansión del comunismo soviético y apoyan la emancipación de todo el mundo colonial. El imperio americano se convierte en dominación económica a través de sus poderosas multinacionales. El derrumbe del imperio colonial de Inglaterra les hace asumir su papel, en un mundo profundamente cambiado, por la guerra fría y la aparición de los países no alineados de Nasser, Nkrumah, Pandit Nehru, Tito y hasta 89 países. La intervención en Oriente Medio con la pretensión de reemplazar a franceses e ingleses como zona de dominio da alas a estos conflictos regionales, incluyendo también a Indochina, el moderno Vietnam y a Corea. Es cierto que sin los Estados Unidos sería difícil imaginar cuales serian los equilibrios de poder en Europa y en el mundo y que Reagan contribuyó con Gorvachev a poner fin a la Unión Soviética y a derrotar al comunismo como potencia rival hegemónica. Consiguiendo imponer un patrón democrático de libertades ciudadanas por medio de las Naciones Unidas. Al igual que cesó la intervención en Vietnam, la tesis de Sachs es que los Estados Unidos deberían abandonar su presencia militar en Oriente Medio y dejar que las naciones de esta atribulada región logren un equilibrio entre ellos acorde a sus tradiciones e identidades nacionales. Estados Unidos que ha defendido grandes causas como la abolición de la esclavitud y el desplome del comunismo, debería concentrar sus fuerzas en conseguir un mundo mejor, en que se eliminaran los flagelos del hambre, del analfabetismo, de las mortíferas pandemias sanitarias, del chabolismo de la infravivienda, de la sumisión de la mujer, del medio ambiente contaminado y del cambio climático y para ello impulsar a las Naciones Unidas a cumplir las metas de los objetivos del desarrollo sostenible. Si se consiguió poner un pie en la luna porque no conquistar la dignidad y el bienestar para los habitantes de este planeta azul. El imperio americano pasaría a ser una alianza, un contrato con las naciones del mundo para lograr un mundo más justo y solidario.