Kwame Krumah Libertador de África‎

‎En Ghana, la antigua Costa de Oro, permanece viva la figura de su libertador Kwame Krumah, que en 1960 consiguió el desgajamiento total de la antigua potencia colonial, abandonando la Commonwealth de naciones británicas. Krumah como Sekou Toure de Guinea representan el movimiento panafricano y encarnan los años de luchas por la independencia. El lider ghanes formó parte del movimiento de los países no alineados. Su filosofía era marxista y antiimperialista. Hizo resonar las ansias de libertad de su pueblo en las Naciones Unidas y contagio con su lucha a toda el África negra. Eran años violentos y los métodos de combate político también lo eran. Los británicos habían prometido la autodeterminación a los países, a sus colonias, que lucharon codo a codo con sus soldados en la cruenta guerra mundial y ahora se resistían a cumplir sus promesas. Gandhi, Omo Kenyata, Krumah, Sekou Toure les forzarían a hacerlo. Con perspectiva histórica fue una etapa épica, gloriosa e inevitablemente sangrienta.Cuando ya en este siglo viaje a Ghana no deje de visitar en su capital Accra el Mausoleo de Nkrumah como había hecho con el de Lenin ‎en la Plaza Roja de Moscú o de Mao en la Plaza de Tianamen en Pekín. Estas tres figuras guardan un gran paralelismo, su memoria es respetada, pero nadie desearía volver a vivir aquellos tiempos, ni imponer la férrea disciplina de los partidos únicos, la represión y sus revoluciones culturales. El muy discutido Valle de los Caídos es también algo similar representando momentos históricos a los que los ciudadanos vuelven las espaldas y no desean que se repitan. Ghana actualmente es uno de los países más democráticos de África, con libertades asentadas y en pleno auge económico. Es innegable la impronta británica,de ese país que encarcelaba a los líderes rebeldes y luego los invitava a tomar el te en Buckiham Palace con su graciosa majestad la Reina Isabel II, con las costumbres parlamentarias y los usos democráticos propios de los británicos. Hacía mucho calor, la vuelta al hotel era una llamada irresistible a la ducha.
Accra tiene una parte monumental y muchísimos mercadillos en que se vende de todo, en que sus habitantes salen a las calles a ganarse el pan cotidiano. Enorme afición al fútbol, con retransmisiones de todas las ligas sobre todo la liga inglesa, muchas peluquerías de señoras, los ghaneses son muy guapas y muy coquetas y una pleyade de predicadores invocando el dulce nombre de Jesús. El 'I love Jesús' resuena en los transistores, en las camisetas y en los carteles. Me impresionaron los cultivos de piña en la tierra, de mango en los árboles y de papaya ese melón rosa, conocido como la viagra del pobre. Tuve reuniones muy ordenadas con cooperativas locales, recuerdo una memorable en una aldea con las mujeres del Consejo para el Desarrollo. Después de todas las reuniones en el Ministerio de Educación y en la embajada de España, esta última con un embajador de la hornada PSOE, me tocó pagar el pato de las bromas locales reservadas a los turistas, ante el jolgorio de los locales, recorrer unas interminables pasarelas oscilantes colgadas entre siete gigantescos arboles.Termine a gatas y con un acongoje de padre y muy señor mío. Impresionante en cambio la visita a un puerto donde los europeos comerciabamos con los negros,considerados mercancía,como en la Isla de Gore en Senegal sentí una profunda vergüenza de ser blanco,maxime cuando en esta espeluznante visita era el único blanco.Fue un viaje inolvidable y la guinda del pastel fue un episodio involuntario a lo Marqués de Bradomin en la Sonata de Otoño, aunque allí no sonaron siete campanadas, sino seis, como reparación a la fragilidad humana un servicio religioso en la catedral de Accra puso mi alma en paz con el Señor. África siempre ha ejercido una gran fascinación en mi y llevo a Sudáfrica, Nigeria y Ghana en el corazón. El viernes 30 de marzo asistí a la recepción de este querido país en Madrid con motivo de su Fiesta Nacional y escuche las palabras de su gentil embajadora y me entusiasme con su vibrante folklore y disfrute de esa amistad desbordante y cordialidad que distingue a los africanos,por lo que repitiendo la estrofa del himno sudafricano "God save Africa".