Sacramentos para resucitar
Agrelo, Santiago - domingo, 02 de abril de 2017
Aquel otro día, al pasar, Jesús vio a un hombre ciego de nacimiento. Todavía resuenan en nuestro corazón las palabras que le dijo: Ve a lavarte a la piscina de Siloé.
Esas palabras evocan el misterio de nuestro encuentro con Jesús, cuando la Luz nos dijo: Ve a lavarte a la fuente bautismal, ve a Siloé, al Enviado, a Cristo Jesús...
Fuimos, nos lavamos, y volvimos con ojos de ver, unos ojos que sólo Dios puede dar.
Hoy, el que es nuestra luz, dice de sí mismo: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, no morirá para siempre.
Y esas palabras, que nos revelan el misterio de Jesús, revelan al mismo tiempo el misterio del bautismo que los catecúmenos se disponen a recibir y que el pueblo de Dios ya ha recibido, y revelan también el misterio de la eucaristía que hoy celebramos: Hoy, a ti que has creído en él, viene el que es la resurrección y la vida.
Tu fe lo recuerda con asombro y agradecimiento: En la Palabra estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres
Y la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros.
Tu fe dice: La Palabra habitó entre nosotros; y el evangelio que se proclama en tu celebración, te ayuda a comprender el significado de lo que dices: La Palabra que es la vida ha venido a ti, ha abrazado tu debilidad, se ha llegado a tu sepulcro, ha descendido a lo hondo de tu mortalidad. La Palabra que es la vida, por amor a ti, habitó contigo en el lugar de los muertos.
Y tú, por la fe y los sacramentos de la fe, has acogido a la Palabra y te has abrazado a la vida: creyendo, vives; comulgando, resucitas.
La Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros: Viniendo a ti, la Vida ha apartado la losa de tu sepulcro; viniendo a ti, la Resurrección te liberó de tus ataduras y te dejó andar.
A ti, que gritabas desde lo hondo, te ha visitado la misericordia de Dios, a ti ha venido la redención copiosa. El Señor ha abierto nuestros sepulcros y nos ha hecho salir de nuestros sepulcros, y nos ha infundido el Espíritu que resucitó a Jesús de entre los muertos.
Creyendo, Iglesia cuerpo de Cristo, un día fuiste bautizada en el que es la resurrección y la vida. Creyendo y comulgando, hoy, en la Eucaristía, te haces una con el que es la resurrección y la vida.
Feliz domingo.
(Santiago Agrelo es Arzobispo de Tánger)

Agrelo, Santiago
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