Opinión en Galicia

Buscador


autor opinión

Editorial

Ver todos los editoriales »

Archivo

Las miasmas sutiles

jueves, 23 de marzo de 2017
Las miasmas sutiles Decía Don Jacinto Benavente "contra las olas del mar pugnan pechos varoniles, contra los miasmas sutiles es imposible luchar". Una gran verdad que proviene de ese campo gris del subconsciente‎, que es imperceptible, irracional las más de las veces, pero que se asemeja al olfato de los perros. Alguien nos es antipatico, pero no sabemos la razon, algo nos resulta insufrible y no vemos la causa. Los miasmas o las miasmas que de todo hay atizan el fuego de los nacionalismos y echan leña al fuego en las disputas cotidianas, enfrentan a pueblos entre si, envenenan la convivencia y si se analizan con un microscopio social son indetectables, pero son contagiosas, se propagan con rapidez, enturbiando el raciocinio. Por eso un buen sicologo debe saber leer más allá de las palabras, metiendose en el vertedero de las pasiones humanas, escarbando hasta que los dedos se ensangrienten, pero el resultado será escaso, estos miasmas sutiles se encalleceran y se encostraran en nuestras mentes. Se esconden en los pliegues de los ropajes de los poderosos y en los andrajos de los menesterosos. Ese exabrupto que nos sorprende a nosotros mismos, esa queja violenta y pasajera, son reacciones inexplicables, que pueden torcer trayectorias vitales, esas armas arrojadizas de calumnias y comentarios malévolos, que nos aplastan y nos avergüenzan no se podrían justificar de no ser por estos diablillos invisibles disfrazados con pieles de cordero, que nos empozoñan y convierten la amistad en enemistad, la fraternidad en odio, el abrazo en golpe bajo y ruin. No se conoce vacuna alguna contra estos miasmas, ni siquiera con raciones colosales de sentidiño gallego, son males oscuros del alma, del mundo del espiritu.A veces se disfrazan de prejuicios, otras de ocurrencias, las más de resquemores y sentimientos hostiles, Dios nos libre de ellos, por nuestra paz interior y por la de los demás. Ahora que tantos jóvenes están preparándose para el paro indignado, estudiando másteres y maestrías infinitas, debería crearse el noble oficio de desatascador de miasmas y convocarse plazas públicas en todos los organismos del Estado, desde la princesa altiva a la que pesca en ruin barca se podrían beneficiar de estos buenos oficios, que resolverian divorcios y contribuirian a la paz social.
Antuña, Joaquín
Antuña, Joaquín


Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad de los autores y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la empresa editora


PUBLICIDAD
ACTUALIDAD GALICIADIGITAL
Blog de GaliciaDigital
PUBLICACIONES