La remuntada

Ha sido noticia mundial la hazaña del Barcelona, mejor decir del Barsa, que se compara a la de los chicarrones de Filadelfia en la Superbowl de Estados Unidos‎. Nadie había podido recuperar la desventaja de cuatro a cero en un partido de vuelta y además el partido tuvo un suspense increíble, los catalanes se veían vencedores, luego lo eran los franceses, después en ocho minutos finales donde pasó de todo, incluso una decisión muy discutible del árbitro concediendo un inexistente penalty, el Barsa alcanzó la gloria cuando faltaban quince segundos. Más allá del deporte esta "remuntada" cómo cantaba la hinchada, remachada con el "yes we can", si se puede, que Obama ha elevado a parábola mundial, gritaban los embrujados partidarios del Barcelona, mientras los seguidores del Madrid, que estaban muy felices por la derrota de sus eternos rivales se mordian las uñas y no ocultaban su disgusto culpando al árbitro del resultado. Así es la vida, es imposible que la alegría ajena nos llene de satisfacción. Sin estos vaivenes la vida sería muy gris, sino hubiera el condimento de las pasiones. Claro es que tiene que haber límites para el desatarse de los sentimientos, no se deben pasar los límites de la violencia fisica. La tentación de eliminar al rival, hace indispensable que no desaparezca, que sea fuerte y goce de buena salud, para que nuestros éxitos tengan valor. Esto se olvida en las contiendas fratricidas y barbaramente se asesina a los ideologicamente rivales causando dolor irreparable y privandonos de un rival, que formaba parte de nuestra vida. Lo dicho vale también en los enfrentamientos religiosos donde la tendencia de crear mártires, de saciarse de la sangre ajena para llegar al paraiso, elimina el esplendor de las diversas formas de acercarse a la divinidad. Es necesario, superar la linea, la llegada de un maratón simbólico, de la tolerancia y del conocimiento, que nos hace saborear los frutos de estas confrontaciones, entre noche y dia,luz y sombra,dandoles su significado positivo y llenando nuestras vidas de "remuntadas" frente al dinero, la salud, la convivencia, nuestra sociabilidad, la búsqueda de la felicidad, pero conservando a nuestros rivales para que la existencia no pierda sus alicientes,para todos los publicos, los de abajo y los de arriba, lingua franca para todos. El deporte no es sólo Panem et Circensis, nos da lecciones, nos imparte sabiduría, nos hermana y por ello, no sin retortijones, los madridistas tenemos que felicitarnos por la gesta del Barsa y confiar que cuando llegue el clásico entre Real y Barcelona, se impongan los merengues del Bernabeu y hagan torcer el gesto a sus eternos rivales.