La música es un ingrediente básico en todas las etapas de nuestra vida. Desde que somos bebés, nuestros padres nos han tranquilizado con melodías relajantes y nanas, además de enseñado conceptos básicos usando letras pegadizas. El aprendizaje inconsciente a través de la música se utiliza también como técnica en numerosos anuncios, ya que de esta manera la gente recuerda los productos de forma mucho más eficaz.
En el supermercado, por ejemplo, oiremos canciones lentas que nos harán frenar el paso y permanecer más tiempo en el local, mientras que en tiendas de ropa notaremos que el ritmo que suena es acelerado. Así pues, parece evidente que la música provoca ciertos estados de ánimo, concepto que podemos utilizar para mejorar algunas de las actividades cotidianas que realizamos. A continuación, veremos algunos ejemplos en los que se explicarán las melodías adecuadas para cada situación.
Música para concentrarse
Cuando tenemos una tarea mental, como por ejemplo estudiar para un examen o discurso, necesitamos concentrarnos al máximo. En ocasiones, el mínimo ruido o pensamiento aleatorio puede hacer que nos entretengamos y perdamos el hilo de nuestras ideas, pero podemos remediarlo. La
música clásica cuya base carece de altibajos es especialmente recomendable en este caso, dado que crea estabilidad en el ambiente y nos ayuda a centrarnos. Es importante que el volumen esté por debajo de lo normal y que el ritmo no sea relajante en exceso o no conseguiremos el efecto deseado.
Música de entretenimiento
Aquellos que sean jugadores profesionales, ya sea de videojuegos, de póker o similares, también encontrarán en la música una buena aliada para estar concentrado y desplegar
sus mejores estrategias en la partida. En este caso, la melodía a escoger dependerá de los gustos personales, pero es recomendable que ésta sea motivacional y con un ritmo alegre. La banda sonora de películas de acción y aventuras es una buena opción, ya que nos trasladan al ambiente de los filmes y nos animan a pelear por nuestra victoria.
Música para ejercitarse
En algunos deportes también puede resultar beneficioso el uso de la música. Si usamos canciones cuyos beats por minuto estén modificados, podremos mejorar nuestras marcas en carreras sin darnos cuenta. También podemos escuchar melodías con un ritmo parecido, lo cual nos obligará a mantener un paso determinado. Para ello, existen varias aplicaciones, como puede ser
Jog.fm, que selecciona canciones con ritmos similares y te permite crear una lista personalizada. Otra opción es Rock My Run, que en su versión de pago tiene la opción de adaptar los beats de la música a tu gusto.
Ya sea mientras estés en el gimnasio o escribiendo un proyecto, asegúrate de llevar los auriculares puestos para aumentar tu rendimiento. Algunas canciones que pueden ayudarte en actividades dinámicas son Radioactive de Imagine Dragons, Centuries de Fall Out Boy o Its my life de Bon Jovi. Otras más motivacionales son la canción introductoria de la serie Juego de Tronos compuesta por Ramin Djawadi, We Are The Champions de Queen o Beat it de Michael Jackson. Crea tu propia lista de reproducción en base a tus favoritas.
