
Es glorioso vivir en una dictadura democráticamente elegida por el pueblo llano, agudo y castrado. Naces sin que te pidan permiso- creces, te idiotizan, solicitas una hipoteca, te compras un pisito y votas. Votas a unos cantamañanas cuyo objetivo es medrar a tu costa, ser unos vasallos de su partido mejor secta- y convertirse en parásitos.
Si no ocurre un milagro, te cogen de por vida por las pelotas para mantener su estado de bienestar: sueldos millonarios, yates, chalets con vistas al mar, comisiones, cuentecitas secretas en paraísos perdidos y a vivir que son dos días.
Así fue con el ahorcaperros de Felipe González, con el acantinflado de Aznar el agonías y así es con el pelaburros de Zapatero, un analfabeto de diseño.
Vota pueblo vota
¿A quién metemos primero en la URNA?