La fronda

Como en los tiempos de Ana de Austria en la Regencia en la infancia del futuro Luis XIV y con el Cardenal Mazarino al frente del gobierno, así se está viviendo en la Villa y Corte de Madrid el gobierno en minoría de Mariano Rajoy rodeade de falsos amigos y jurados enemigos. Los Príncipes de la fronda que plantaron cara a la subida de impuestos para sufragar las guerras tienen en Madrid nombres y apellidos.‎ La crisis del socialismo democrático deriva paradojicamente del éxito de sus políticas de bienestar social, que todos aceptan, seguridad social, jubilaciones, educación y sanidad universales y que los partidos conservadores aplican mejor, por ser gestores más preparados y por afrontar las dificultades de poner la economía en marcha, por el alto costo del estado de bienestar, que acompaña al ciudadano desde la cuna a la tumba según la acertada formulación escandinava. A pesar de su crisis ideológica el Partido Socialista tiene una gran cuota de poder por sus alianzas con los populistas de Podemos y soterradamente con los nacionalistas e incluso independentista. Se ha convertido en un partido de gobierno, de gestión del poder y fábrica de cargos públicos. La nueva derecha el Partido de los Ciudadanos que aspira a erradicar la corrupcion y combatir el nacionalismo mira de reojo al Partido Popular y siente la orfandad del poder, tiene nostalgia de su alianza con el PSOE de Pedro Sánchez o de su frustrada alianza con el Partido Popular, que Rivera y los suyos consideraban el abrazo del oso. De Rajoy les separa también una percepción, un prejuicio generacional, que excluye a los mayores y ensalza a los nuevos jóvenes en esta vida que se alarga. Van a remolque de los populares, pero no ahorran zancadillas, ni malas caras en nombre de una pureza jacobina, que sólo se puede mantener cuando no se ejerce el poder. Por último los chicos de Podemos enfrentados en una pelea de familia entre errejonistas y pablistas sin olvidarse sus habituales dosis de sal gorda catastrofista, de atizar la hoguera de los desfavorecidos y mantener la llama de la indignación. Este clima de fronda no hace fácil la labor del gobierno de Rajoy, que como gran baza goza con el carácter tranquilo, sereno y casi impasible del lider que se traduce en un avance económico gestionado por excelentes tecnocratas y muchos abogados del estado. En la vecina Francia el socialismo se radicaliza y elige un candidato que difícilmente tendrá éxito en las próximas elecciones presidenciales, pero que responde a la mayoría de las bases, como ocurre en España con Pedro Sánchez y sus seguidores. En el Reino Unido Corbin es un exponente de este cariz de los militantes, que ensombrece el futuro del socialismo democrático. Si a esto añadimos a los independentistas catalanes y su desconexión con España con la mirada puesta en un Referéndum, el clima sordo de fronda esta servido y no pueden excluirse elecciones en primavera, si el Divino Pedro tiene trazas de llevarse el gato al agua y si los catalanes montaraces no se bajan de la parra. Tarea tiene el Cardenal Mazarino español está vez, signo de los tiempos, en versión femenina que es la Sra. Cospedal para salvar a una España en fronda en un mundo exterior agitado por un incendiario en la Casa Blanca.