¡Que no toques a mi Pablo!

La novia de Pablo Manuel Iglesias es una tigresa cuando siente que debe defender a su hombre y su territorio, a su heteropatriarca como define al macho humano Alberto Garzón, el jefe comunista titulado como economista por los santos inocentes.

Irene Montero, diputada y jefe del gabinete del líder de Podemos, expresa su cólera –siempre está enfadada- en constantes tuits y entrevistas con la anterior novia de Pablo Manuel, Tania Sánchez, porque apoya a quien ahora es su rival político, Íñigo Errejón, en colaboración de la antigua novia de este, Rita Maestre.

“Hay actitudes de la corriente de Iñigo y de Tania que en mi opinión son dañinas para Pablo y para Podemos. Los poderes han identificado a Pablo como el foco de todos los ataques para dañar así a Podemos y creo importante que se escuche mi voz para defender a Pablo frente al hostigamiento”, chilla Montero en una televisión.

Pablo es Podemos. No hay más. ¡Que no toques a mi macho Pablo que te araño!, le advierte la podemita feminista a la podemita ex rival feminista.

Para callarla ya insinuó que podría resucitar su historial como concejal de IU en Rivas Vaciamadrid, donde con su padre también concejal le daba cuantiosas subvenciones a su hermano.

La guerra por el poder en Podemos se da en una cama redonda de novios y novias, aunque heterosexuales, eso sí, de amantes y examantes, de ligues de tangos con historias de esos heteropatriarcas sádicos, como Pablo, que quieren azotar hasta hacer sangrar a una periodista, Mariló Montero.

La cama, además, es un arma revolucionaria para la bolivarianos y peronistas, para Hugo Chávez y los Kirchner, lugar para esconder millones de dólares cosechados para la familia en nombre del pueblo.

La ambición de poder provoca peleas de sexo y muerte, como Juego de Tronos, la serie televisiva que inspira el único pensamiento político y las acciones de Pablo Manuel, donde todos se matan entre ellos y cuya principal historia de amor es un incesto entre hermanos.