Rita y Fidel
martes, 29 de noviembre de 2016
¡Qué casualidad!. Sus destinos se han cruzado. Y, una vez más, los que siempre aguardan "un rebote en el partido" aprovechan la oportunidad. Es lo que da la política en tiempos de mediocres. Acuñan calificativos como "populismo". Desvían la atención del pueblo sobre asuntos propios de sainete. Consiguen la alienación integral con personajes tan cutres como los que se ha inventado el hombre de Berlusconi en España. ¿ Se imaginan este país sin Belén Esteban y los Quicos?.
Casi lo han logrado. Estamos en el cuarto centenario de la muerte del autor del Quijote. ¿Pero, interesa Cervantes y su obra?. ¿Quién tiene más fuerza, una biblioteca o un plasma conectado a tele cinco?. Y, todavía se sorprenden, se rasgan las vestiduras, se fustigan, cuando aparecen datos sociológicos del nivel cultural de una juventud que sigue socializándose en torno al botellón.
Aquello que nos enseñó Platón. Es preciso elegir a dirigentes que al menos gocen de dos virtudes: cultura y decencia. Aquello que nos enseñó Aristóteles.
Ética supone enseñar y valorar lo correcto o equivocado del comportamiento humano, a la búsqueda del bien, la felicidad, el deber y la virtud. Aquello que desarrolló en su "ordenación del pensamiento" -filosofía- el maestro Kant -, ¡atención políticos! no se trata de un jugador de la premier- . Estética para distinguir y percibir, la belleza.
En el PP de la calle Génova, hay ruido de sables. Los chicos peras de Soraya se pasaron dando dicterios sobre la veterana Rita. Incluso, alguno, olvidó que en su ciudad, todavía colea un asunto con venta de un inmueble en la calle San Antonio, a mejor inventario de un amigo, y peor de los intereses municipales, razones por las que hubo de intervenir la justicia. Lo que pasa es que... Euskadi, se ha hecho tan normal, que acontecimientos de provincias, no llegan a la capital del reino. De todas maneras, la vieja guardia del señorito sevillano, ya ha tomado nota y partido, este fin de semana, sin ir más lejos, hemos vuelto a ver a ese gran mullidor, inmortal, siempre sentado a la diestra del padre, volver a tomar las riendas de la comunicación del partido. ¡Vuelve Arenas, cae Maroto!.
En el PP de la calle Génova, no saben cómo tratar la muerte del comandante. Si lo hacen a estilo Miami, corren el riesgo de que su hermano y la revolución, se enfaden y fustiguen los intereses de empresas turísticas instaladas en la perla del Caribe. Si lo hacen a estilo Venezuela, corren el riesgo de sorprender y molestar a los viejos militantes -no gallegos- que acuñaron los peores deseos -como la CIA- contra la Cuba del Che, incluso guardan documentos que les señalan como propietarios de algún garito, conseguido en tiempos de Fulgencio Batista , incautados por los barbudos que entraron en La Habana un 8 de enero de 1959.
Rita era la Alcaldesa de España, la fallera mayor del caloret... Fidel era el Comandante de la dignidad frente al coloso norteamericano. A la primera deberían dedicarle un pasodoble, al segundo, un festival con la música de Carlos Puebla y los Tradicionales. Por cierto, ahora habrá una cierta colisión entre iconos. ¿Qué camiseta me pongo, la del Che o la del perfil con Cohíba del comandante?.
A Rita se le rompió el corazón, como a cualquier enamorado, víctima de una traición, después de haberlo dado todo por una causa, una gaviota, un balcón. ¡Qué hostia, que hostia!.
A Fidel se le paró el reloj. Aquel que cantaba Lucho Gatica en Tropicana. Y es que noventa años son "toda una vida" dedicada a esa romántica revolución de querer cambiar el mundo desde una isla.
Pero volviendo al principio. No se dejen llevar por la propaganda. No escuchen a personajes tan zafios como D.T., aunque le hayan votado más de 63 millones de americanos -y estos, nos quieren mandar- No se dejen impresionar por lágrimas de cocodrilos, a inventario de foto y oportunidad para volver a la palestra. No hagan uso de los muertos.
Me quedo con los clásicos. Las coplas de Manrique a la muerte de su padre. Recuerde el alma dormida/avive el seso e despierte/contemplando/cómo se pasa la vida/cómo se viene la muerte/tan callando...
Mosquera Mata, Pablo A.