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Derechos Humanos

sábado, 22 de octubre de 2016
Es vergonzoso la utilización que hace Podemos, las Mareas, los de Bildu, los independentistas de los Derechos Humanos. Para ellos utilizar la violencia y amedrentar a los ciudadanos es defender los Derechos Humanos y hacer prosperar la Democracia. Sería un chiste de humor negro sino hubiera mucha gente que se lo cree. Impedir que hablen Felipe González y Juan Luis Cebrian ‎e insultarlos lo consideran libertad de expresión y defensa de la democracia y de los derechos humanos.Es increíble, pero cierto. Es la negación del sentido común, quien agrede como en Alsasua en grupo y alevosamente a unos ciudadanos que disfrutaban de su ocio,al ser guardias civiles, lo consideran como un ejercicio democrático, cuando son actos reprobables que pueden compararse a los mamporros de los hinchas salvajes de los legionarios -Legia- de Varsovia. Esta utilización torticera, engañosa, tramposa de algo muy serio en que se basan las Constituciones, no puede ser pisoteado como hacen la mayoría de extremistas populistas o derechistas xenófobos de España.Exhibir banderas o pancartas ofensivas como vemos en el Camp Nou son un insulto a la inteligencia y una afrenta grave inflingida a muchos ciudadanos, incumpliendo además el reglamento interno de la Fifa.Quien no respeta la ley, ni acata las sentencias que emanan los jueces, es un delincuente y no puede proclamar que respeta los derechos humanos.Tiene razón la dama de Badalona, que rompió una multa a la vista de un teniente alcalde que hizo añicos una resolución judicial que prohibía el cierre del Ayuntamiento en la Fiesta Nacional. Tal para cual. Si un ayuntamiento no acata la ley no tiene ninguna fuerza ni moral ni material para imponer sus decisiones. En España la extrema izquierda y los filofascistas independentistas ha envilecido a la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Para justificar sus desmanes, sus actos violentos, su intransigencia, su odio, su xenofobia, su intolerancia se reclaman a los principios más sagrado que fundamentan nuestra convivencia ciudadana.Estos impresentables deberían lavarse la boca y enjugársela repetidamente antes de mencionar a los Derechos Humanos. Defender a ultranza a delicuentes sentenciados por los Tribunales que han infringido las leyes es ponerse fuera de la sociedad, es ser antisistema, que aunque guste mucho a Chomsky, está poniendo en peligro a sus conciudadanos. ‎Los Derechos Humanos no protegen a los delincuentes, ni a los violentos, ni a los politicos que no acatan las leyes y se burlan de la Constitución. Estos sinvergüenzas, no me duelen prendas en calificarlo así deberían reclamarse a la ley de la jungla o del más fuerte y dejar en paz a los Derechos Humanos, dime de que presumes y te diré de que careces.
Antuña, Joaquín
Antuña, Joaquín


Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad de los autores y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la empresa editora


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