O varias, porque sé que tienes un puente tendido a la felicidad. Está más cerca de lo que imaginas y lo vas a cruzar con todo el equipo, con una sonrisa de oreja a oreja. Hace tiempo que llevas buscando un puñado de días de asueto para hacer lo que verdaderamente te gusta, lanzarte cuesta abajo sin que nadie ni nada te lo impida. Por eso mantienes el misterio y no has dicho ni palabra a los tuyos. El plan no era fácil: verificar las agendas de cada uno, incorporar a algún que otro cómplice en la trama y encontrar un destino acorde con las expectativas.
No es una locura de carpe diem con derroche incorporado. Llevas tiempo pensando que las vacaciones del verano no fueron como esperabas y va siendo hora de resarcirse como es debido. Así que has optado por algo distinto, diametralmente opuesto a la oferta de sol y playa. Habrá sol, pero esta vez cambiarás la arena por la nieve. Cuando quieras sorprender hazlo, inventa algo inesperado, un punto de break o rotura de servicio lo llaman en tenis, prepara lo contrario de lo que esperan y anúncialo cuando estéis en ruta por muy evidentes que sean los indicios.
Pero sobre todo, en la fase de los preparativos, como un cazador agazapado entre los matorrales, no hagas el más mínimo ruido porque entonces el efecto sorpresa se vendrá abajo como un castillo de naipes en medio de una tormenta. Por supuesto, ni se te ocurra pedir ayuda, ya que quebrarás la cadena de silencio y se sabrá. Si no quieres que se enteren no lo digas, más aún, ni siquiera lo pienses porque ellos tienen incorporado un lector facial y tu cara lo suele decir todo.
Por supuesto harán averiguaciones. Están acostumbrados a tu ritmo de aventuras en grupo a poco que las fechas lo permitan, así que cuchichearán y rastrearán el historial de tu ordenador. Igualmente vigilarán el móvil y cuando vayas a por el pan mira hacia atrás porque puede que te estén siguiendo. Que así no se puede vivir? Sí se puede, llevas años haciéndolo. Las vacaciones con deporte y aventura son el aire que respiras. Desde siempre te han encantado las actividades al aire libre, si en la playa el surf, la pesca y hasta las motos de agua; si en la montaña barranquismo, kayak y escalada, y como te lo pasas tan bien quieres que tu familia experimente esa cúmulo de emociones. Menú familiar de adrenalina en vena.
Sin embargo, ese aventurero empedernido que llevas dentro esconde un generoso sin remedio. Lo bueno, compartido, es mil veces bueno. Toda familia necesita un momento de escape y tomarse unas merecidas vacaciones. Para mantener el equilibrio mental hay que disfrutar de al menos unas vacaciones al año -aunque no siempre, en tu caso suelen ser más-. La casa, el trabajo y la rutina hacen que la vida se pueda tornar monótona, aburrida y llegue a generar estrés. El tiempo libre ayuda a promover un ambiente relajado, desconectarse de la rigidez de la vida diaria y ayuda a disfrutar de preciados momentos con los seres queridos. Por eso es importante reservar algo de dinero del presupuesto de casa para salir de viaje. Los resultados causan un impacto muy positivo en todos los miembros de la familia, y eso, no tiene precio.
Los expertos sostienen que aquellos momentos que se comparten fuera del hogar en medio de la alegría y relajación propias de estas circunstancias donde el tiempo es dedicado única y exclusivamente a los niños, es lo más que recordarán cuando crezcan. Las actividades que se comparten en familia son recordadas y fortalecen lo lazos de fraternidad y afecto. Quizás los más pequeños no recordarán de mayores cuando jugaron con aquel costoso regalo o gozaron con aquel programa de televisión, pero si conservarán para siempre en su memoria los momentos que compartieron con papá y mamá bajo una sombrilla de playa o en una cabaña de madera en medio de la montaña.
Ellos no saben que has estado buscando
ofertas esquí Formigal.. Es una pequeña localidad ubicada en el norte de la provincia de Huesca. Su estación de esquí está en el Pirineo Aragonés, a pocos kilómetros de la frontera con Francia. Es todo un paraíso en blanco donde madres y padres podrán acudir con sus pequeños a practicar esquí o algún otro deporte de invierno y, además, tendrán tiempo para ellos cuando se encuentran disfrutando de unas mini-vacaciones invernales o del fin de semana. En el jardín de nieve cuentan con personal especializado y confiable que puede hacerse cargo de menores desde los cuatro meses en jornadas completa, de mañana o de tarde. Los más pequeños se divertirán aprendiendo nociones básicas de esquí, como el ascenso directo y los giros más básicos, además de tener acceso una zona exterior con cinta transportadora (a partir de los tres años) que hará que no quieran que termine el día. Por si fuera poco, hay pistas de esquí indicadas especialmente para ellos con otras actividades como baile o pintacaras, fiesta infantil los sábados en los que no falta el chocolate caliente, bosque animado o zona de trineos.
Será en un hotel a pie de pista en Formigal. Allí las opciones en equipamiento van desde una gama Progress amplia para todos los niveles a una gama Top para usuarios más exigentes. El equipo incluye esquís o tabla, botas y bastones. Cualquiera que sea tu elección en el amplio mundo de los deportes de invierno, es más que posible que puedas satisfacer tus expectativas en Formigal. Tiene pista de boarder cross (una disciplina del snowboarding), slalom paralelo, pista de trineos con diez tipos diferentes a escoger, vuelo en parapente, pistas especiales para la práctica de freestyle, paseos en telecabina o la pista Pipos, que se sitúa en un paraje prácticamente virgen al que se accede siendo arrastrado por una máquina retrack. Les conoces y sabes que les encanta el esquí, así que la elección final pasará por las mejores ofertas de hoteles + forfait en Formigal.
Y como no sólo de esquí vive el hombre en vacaciones, el lugar también es perfecto para quienes no tienen intención de moverse sobre forfait. La estación de esquí cuenta con salas de fiesta para todos los gustos. Al margen de las fiestas, los amantes de la gastronomía pueden encontrar sitios donde disfrutar en grupo de ricas carnes a la brasa o el potaje montañés, típico de la zona.
Has debido de hacerlo muy bien porque están desesperados. Se les nota inquietos, te miran con desafío y risa floja. Van a ir a saco porque no pueden más. Se acercan cuatro días libres y tiene que haber un destino, seguro. ¿Este puente donde vamos? Aunque tenías ensayada una respuesta sudas más que un testigo falso. Te armas de valor, esbozas una leve sonrisa a lo Bruce Willis en La Jungla y dices al portavoz del grupo: -Te daré una pista-.
