En un acto celebrado en el Casino de Madrid sobre las relaciones entre China y España organizado por la Tertulia Juan Sebastián Elcano que dirige el veterano periodista José Luis Yzaguirre y en que intervino el embajador chino Sr. Liu Fan con la plana mayor de su embajada, quienes nos apuballaron a todos con unas estadísticas extraordinarias, que ponen de relieve el éxito de la politica reformista adoptada por China en la época de Deng Xiaoping.

Su apertura al mundo con millones de turistas, su gigantesca participación en el comercio mundial. Trenes de alta velocidad, autopistas, megaciudades, metas que hacen trizas todas las proyecciones más risueñas, su ruta de la seda proyectada hasta el 2049 es la más extraordinaria operación de infraestructuras y de intercambios comerciales en la historia de la humanidad y ya ofrece resultados halagüeños para el cercano 2020. Es evidente que Marco Polo se ha convertido en chino. Con técnicos, hombres de negocios, estudiantes y diplomáticos siendo la punta de lanza de un país en pleno ascenso y hablando de subir destaca la carrera espacial china con su laboratorio espacial, al que hoy van a sumarse dos astrocosmonautas que han iniciado su viaje astral en olor de multitudes.

En mi intervención invite al embajador a unirse a la campaña escolar "Mirando a las estrellas" de UNOOSA y Paz Cooperacion patrocinada por la Misión Permanente de España y que pretende ilusionar a la juventud internacional en los grandes beneficios que reporta al mundo la investigación científica y la exploración espacial. Si hay un país que puede protagonizar esta campaña es China por su larga marcha ascendente. Marco Polo se ha vuelto chino y ahora ya no le basta nuestro planeta ha abierto su camino hacia las estrellas y sus naves se reclaman en su nombre a la larga marcha de Mao. En la tierra el tren que une Madrid a China recorriendo la ruta de la seda es un ejemplo de macroproyectos y de la capacidad de llevarlos a cabo. Se puede soñar pero difícil es transformar estos sueños en realidad. Pensar en grande para grandes transformaciones. Y personalmente deseo destacar el peso que tienen Confucio y Lao Tse en el pensamiento actual chino. Son la brújula que dirige a este país hacia su Shangri-La.