Galen

Esta noche llamé y pedí la ayuda de tus hermanas las musas,
para que las manifestaciones de su inteligencia rieguen mi mente poética,
allí estaban, sentadas sobre sus lirios amarillos, pendientes de tu corazón amante,
y animosas y con voluntad suprema me ayudaron a cantar a mi diosa bella.

Calíope, tu hermana mayor, la musa de la poesía épica, me dijo:
Carlos, Galen es absoluto y puro amor, valor y pasión eterna ante tus besos amantes,
lo más bello y lo más puro del Helicón, monte sagrado,
la fundadora del amor, del cariño y de los mimos.

Clío, la musa de la historia, me recordó tus lloros,
me enseñó que te entregas y te desnudas toda por amor,
y que te ofreces en cuerpo y alma a tu amante,
cada noche, cada día y cada mañana en Delfos.

Erato, la musa de la lírica coral y de la poesía amorosa,
hace sonar su tamboril, su lira y su viola en tu honor,
maga de las musas, envidia de las mujeres y vida plena,
amor de los amores, alas de tu chico y corazón de su vida.

Euterpe, la musa de la música, te compone sonidos eternos,
su flauta corea nuestros mimos y nuestras caricias,
tu cuerpo se contonea sobre el pentagrama de tres líneas,
dirigiendo, sonando, cantando y besando sus notas.

Melpómene, la musa de la tragedia, te adora,
pone su espada, su trompa musical a tus pies,
y tú la contemplas con pena y la ayudas sonriendo,
y ella te lo agradece convirtiendo tu vientre en paloma.

Polimnia, la musa de la pantomima, gira en torno a ti y te desea,
abandona su órgano y hace sonar su lira,
cantando al viento y a las dunas su melancolía,
porque quiere ser tú y cantar desde tu alma de nina.

Talía, la musa de la comedia, representa tu vida,
su máscara son tus ojos y sus labios son tu corazón,
y tú agradeces tanto amor desde tu carita de niña,
y te das cuenta de que eres la reina y la musa más divina.

Terpsícore, la musa de la danza, tu hermana preferida,
te enseña el baile de los siete velos y me lo bailas,
y yo me muero de deseo cuando te mueves,
y te amo como si estuviera dentro de tus entrañas.

Urania, la musa de la astronomía, te entrega sus estrellas,
y te convierte en el astro más bello y en las constelación de mi alma,
y giras cada segundo en torno mío, amándome,
deseándome y haciéndome el hombre más dichoso de la vida.

Te bautizaremos el día menos pensado,
el Parnaso se vestirá de luz y de estrellas fugaces,
cogeremos el agua del golfo de Corinto,
y bañará tu cuerpo divino, tu cuerpo inmaculado, tu cuerpo amante....

Posiblemente te llamaremos “Galen”,
en honor a tu tierra y a tus orígenes,
porque aquí, en nuestra Galicia verde,
nació, vivió y amó la más bella musa-amante.

De su libro de poemas "El embrujo y la musa".