Mr. Lee el Papa de la Paz

Una increíble demostración de fuerza del movimiento de la Alianza Mundial de Religiones por la Paz WARP lleno a rebosar el Estadio Olímpico de Seúl, organizando una ceremonia digna de la inauguración de unos Juegos Olimpicos superando a Río. Con comitivas de todas las ciudades de Corea del Sur ataviados con vistosos uniformes de todos los colores del arco iris con sus matices, que alternaban con un gigantesco desfile de carrozas y danzantes con trajes muy coloristas y bandas de música, desfile de banderas, grupos de pacifistas vestidos con trajes nacionales, cuando me lo pidieron dude entre una camiseta del Sporting y una montera picona, pero opte por la guayavera filipina, el varong, seguidos por lideres religiosos, mujeres, juristas, profesores que cruzan el Pórtico de la Paz y como colofon la entrada del chairman Lee y de su mujer, una verdadera apoteosis, entre el Papa de Roma y el depuesto Presidente de Rumanía, Ceaucescu y su consorte. Una ceremonia larguísima que comenzaba a las puertas del Estadio con todos los participantes recibidos como héroes por escolares de todos los centros de Seúl coreando en inglés "We want Peace", queremos la paz y que proseguía con la entrada triunfal con un recinto lleno a rebosar que nos acogía como si estuviéramos alcanzando la meta de un maratón olímpico. No faltaron los fuegos artificiales y los alardes de tecnología, con gradas reflejando todos los colores y en la tribuna en frente de la presidencia una animación constante mostrando en inglés y en coreano todo lo que estaba acaeciendo en el estadio. Ya quisieran nuestra humilde banda de los cuatro, que se empecinan en su enrocamiento, tener las masas que manejan Mr Lee y su aparato logístico y disciplinadisimos equipos de orden, por cierto ni un policía y azafatas vestidas de varias maneras según sus diferentes cometidos. A todos nos dieron una bolsita con agua, pastas, frutos y golosinas. Eso si los discursos fueron inevitables y el del grande líder fue muy moderado, aunque en el estilo griton que caracteriza a los coreanos, en resumen todos los líderes del mundo tanto políticos como religiosos deberían firmar el manifiesto de la Declaración de Paz y cesación de Guerras, consistente en diez puntos, según WARP, de fácil cumplimiento‎ y que ya ha merecido ser rubricado en muchos lugares del mundo y que con el impulso de sus juventudes, organizaciones de mujeres y de sus religiosos contribuirá a fomentar una vigorosa cultura de paz. Se felicito por haber convocado esta Segunda Cumbre en un 18 de septiembre, que se convierte en una fecha conmemorativa. Su mujer repitiendo los mismos conceptos términa diciendo que esperaba que está ola de paz alcanzara a Corea del Norte. Hasta aquí una manifestación pacifista "kolossal", pero hay un aspecto que acerca a Lee y a sus seguidores a una secta, sus invocaciones a la luz y a la cultura celestial, al mandato divino de hacer de la paz una Declaración con su Tabla de la Ley de los diez mandamientos, casi un rito, aunque este envuelto en un folklore de corte estadounidense y con resabios totalitarios. Toda una mezcla,una fórmula que ha conseguido forjar en Corea un gigantesco movimiento. El Reverendo Moon, que fundó una secta muy poderosa que ponía en la familia su centro y que profesaba una mezcla religiosa con raíces cristianas, también era coreano, organizaba bodas multitudinarias, pero nunca consiguió este alarde de llenar por dos años consecutivos el Estadio Olímpico y conseguir una corte de pacifistas de todo tipo y pelaje utilizando técnicas de captación dignas del mejor marketing, persiguiéndote hasta el recóndito Facebook. Por dos años me resistí a estos cantos de sirena, pero esto año representando a mi Fundación Paz y Cooperación he participado en las reuniones del Comité Asesor y me encuentro ahora anonadado escribiendo esta cronica, mientras religiosos conducen sus sermones por la paz. La ceremonia larguísima se reaviva con gigantescas olas mexicanas que sacuden al estadio y grupos de animadores que hacen bailar al Estadio. Fuegos artificiales y empieza la parte deportiva con la salida de un Maratón por la paz y dos pruebas atléticas de 100 y 200 metros femeninos y masculinos, entrega de medallas y un grande finale con todos los bailarines y músicos, además de abanderados y todos los invitados de honor en la pista dando una vuelta triunfal jaleados. Es el momento de las fotos y la explosión de fraternidad. Sales con la impresión de haber presenciado un espectáculo fantástico e inevitablemente la perplejidad ante un Papa autoproclamado de la Paz y el ansia por la paz, que tenemos quienes invocamos diariamente esta palabra tan comprometida, que se mezclan y chocan entre si, confiemos que de este frote surja algo parecido a la paz, empezando por la martirizada Siria y otros conflictos latentes y olvidados. La Corea del Sur que expulsó de su Mundial a los chicos de Camacho, con la ayuda de un árbitro felón, ha dado al mundo, su ceremonia por la paz más gigantesca que recuerda un país democrático y creo que el pequeño gran líder vestido de inmaculado blanco y una vistosa corbata amarilla debería llamar a capítulo a la banda de los cuatro y organizar en el Bernabeu unos Juegos de la España Unida. En mi recuerdo queda la imagen de la luz de miles de móviles iluminando al Estadio y de un frondoso árbol de la paz ante el que se montan las letras de Peace y estallan los fuegos artificiales que cierran una festiva ceremonia de clausura. Embrassons nous.