Se han desatado los perros de la guerra. El asunto Soria ha sacado a relucir la tormenta perfecta que puede servir para provocar el cambio radical que invoca el Divino Pedro. La torpeza de quienes propusieron este desafortunado nombramiento ha sacado la jauría para efectuar la caza mayor y cobrarse el jabalí de Pontevedra. Los espumarajos por la boca de sus cazadores no auguran nada bueno. Los medios de comunicación afines han sacado a relucir todos los trapos sucios y se los restregan por la cara a los del PP, tanto sus falsos amigos como sus declarados enemigos se alían en esta Feria anticipada de San Mateo. La montería de Santa Cruz de Mudela ha empezado. Aquella de las mil y una perdices. Parece una escaramuza de la guerra de los treinta años. Tres ateos convencidos y envalentonados contra un católico timorato, que no sabe como guarecerse contra las piedras que le arrojan y la que te rondare morena. Este paréntesis que se abre ante las elecciones gallegas y vascas será rico en episodios de este tipo. Los despellejadores están en las calles y las gaviotas buscan ocultarse en los campanarios de los templos. Horizonte 31 de octubre. Evitarlo a toda costa. Hacer sangre purificadora.El ruedo ibérico en ebullición y las fauces preparadas para el gran banquete. Ha empezado la irracionalidad, la caza de brujas, las furias desatadas mientras los ciudadanos sienten hastios y están indiferentes, no es su guerra. El rechinar de dientes y el rasgarse las vestiduras esta confinado en el cuadrilátero de los políticos y de sus opinadores, todos ellos sintiéndose devorados por la ambición desmedida de unos y el morbo encendido de sus escribanos, este panorama de circo romano se mezcla con las lágrimas de Otegui, como las de Angélica del Orlando Furioso y la Commedia dell'Arte de los castellers catalanes. Solo falta el condenado Toro de la Vega lidiado por José Tomás ante el descorazonamiento y los rudos epítetos de los animalistas. La diversión esta servida y sobre los despojos del sentidiño galaico y del bon seny catalán se va a jugar el destino de España. Sabios estonios, los mismos que dicen que los perros entienden el lenguaje humano, abren sus carpetas, despliegan los cuadernos y afilan sus lápices para tomar notas e investigar, sentir el palpito de estos íberos, celtíberos, godos, visigodos, mozárabes y de todas las etnias sin olvidar a vikingos, griegos y romanos que producen esta raza tan alejada del común de los mortales y que gozan revolcandose en el estiércol y vociferan a los cuatro vientos y a los siete mares su incapacidad, sus ansias de venganza,sus anhelos de rescribir la historia, sus disparatas ansias de complicar la vida ciudadana, empeorándola y exasperándola. Los clarines suenan, los toros salen al ruedo y el esperpento empieza. Las espadas están en todo la alto. Repican las campanas de las catedrales dormidas. Las teas y las antorchas están encendidas. Son crónicas del ruedo ibérico.
