Opinión en Galicia

Buscador


autor opinión

Editorial

Ver todos los editoriales »

Archivo

Alepo ciudad mártir

jueves, 25 de agosto de 2016
A veces los días de conmemoración se convierten en días de la vergüenza colectiva, esto ha pasado con el día dedicado a la emergencia humanitaria. La incapacidad de Naciones Unidas, de las grandes potencias y de la comunidad mundial para frenar el martirio de la población civil de Alepo y ni siquiera poder garantizar unos corredores humanitarios para socorrer a los asediados son razón más que suficiente para que suene la alarma en nuestras conciencias dormidas‎, las más de las veces refugiadas en los avatares de nuestras vidas cotidianas y entretenidas con los Juegos Olimpicos de Río. Mientras tanto en Alepo, como en el pasado en Stalingrado, se ha desatado una carnicería de dimensiones catastróficas. Los gubernamentales, los rebeldes, los insurgentes, los aliados internacionales han reducido esta ciudad a escombros. No hay médicos, ni medicinas en los hospitales, los heridos se desangran en las calles, se han empleado incluso las armas quimicas. A este propósito recuerdo las palabras que escuche a Rafael Alberti en Praga, "si me mata un misil no me importa saber si es americano o sovietico". Juan Antonio Bardem, el padre del oscarizado Javier, se mostraba exceptico y como toda su familia era muy progresista y le gustaban más los misiles de Moscú, que los de Washington.‎ Cuestión de gustos ideológicos. Alepo es la tragedia de la sin razón de la guerra, del odio elevado a armamentos muy sofitiscados con drones y aviones, milicianos disparando sin cesar y azoteas repletas de tiradores emborrachados con la sangre de niños, mujeres, hombres, ancianos, entre un fragor de fogonazos y un ruido infernal intercalado con silencios aterradores. Escasez de alimentos, falta de electricidad, epidemias, calles polvorientas por los edificios derrumbados, gritos desgarradores y se huele el miedo, niños que no han conocido días tranquilos, salpicados por los detritus de esta contienda salvaje y sin cuartel. Quienes vivieron el asedio de Sarajevo se llenan de historias de este genero, con bombas que destruyen mercados, devastando a una población inerme y destruyendo edificios cargados de historia. La violencia es despiadada y analfabeta. Alepo es una moderna, actual Guernica de Picasso, un símbolo de las atrocidades de la guerra y de la despiadada indiferencia de los poderosos, que persiguen victorias inutiles, mientras sus poblaciones cloroformizadas por el consumo, el confort y la vorágine de sus vidas callan, a veces impotentes y otras complices. La indiferencia siempre es culpable. Alepo ciudad mártir.
Antuña, Joaquín
Antuña, Joaquín


Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad de los autores y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la empresa editora


PUBLICIDAD
ACTUALIDAD GALICIADIGITAL
Blog de GaliciaDigital
PUBLICACIONES