La jugada perfecta de Sánchez

Vivimos días de gloria para los analistas políticos, aunque luego los acontecimientos dejen al descubierto nuestras predicciones. En un artículo anterior en GD veíamos que la llave de la investidura de Rajoy o del fracaso, vulgo gatillazo, la tenía Albert Rivera. Ahora dando un paso más hacia delante vamos a adentrarnos en las intenciones de Pedro Sánchez. La primera es intentar el fracaso de Rajoy por activa y por pasiva, el no es no, el ni agua para el líder del PP. La segunda es intentar su propia investidura, con su ambigua declaración "el PSOE estará en la solución" impulsado por su extraordinaria ambición y el refrán que a la ocasión la pintan calva o hace al ladrón. A elegir entre ambas. Pero Sánchez quiere rizar el rizo y hacerse investir por Podemos y los independentistas, pero gobernar con Ciudadanos, ofreciendo a Rivera la Vicepresidencia y carteras de peso como Hacienda para Garitano. Por su parte Ciudadanos nunca ha renegado de su pacto con el PSOE y habría hecho méritos suficientes haciendo naufragar a su odiado Rajoy. Sánchez tampoco ha hecho ascos a su pacto con Ciudadanos y el divino Pedro en su estrategia del silencio ha evitado hablar del tema y el periódico EL PAIS culpa sistemáticamente al PP de su desencuentro con Ciudadanos. De realizarse este matrimonio entre ambos partidos tendrían como regalo de bodas la mayoría en la mesa del Congreso. Una jugada perfecta para ambos si consiguen que Podemos acepte esta mesalliance sin reclamar nada para si y que después de la investidura se resignen a perder protagonismo y peso político. El obstáculo mayor para esta gran jugada sería la actitud de Pablo Iglesias, que no simpatiza con Sánchez desde la convicción de que le falta un hervor para ser un buen estadista y que no está a la altura de las circunstancias. En mi modesta opinion de los cuatro líderes solo aprueban con notable alto Iglesias y Rajoy y suspenden los otros dos por inmaduros, por falta de experiencia y de talento político. A Rajoy le sobra la experiencia, es un gran trabajador, que sabe medir los tiempos. Iglesias es un gran animal político, un estupendo estratega y aunque su programa suene a trasnochado y fracasado es un buen patriota a su manera. En el connubio Sanchez-Rivera ven ambos un peligro para España, la España unida del PP y la España plurinacional del PSOE, ya que su empecinamiento por gobernar a toda costa esta dictado por una ambición desmedida y por un ansia de venganza y por la convicción que en unas terceras elecciones seguirían perdiendo escaños,pero si se hacen con el poder ahora tienen cuatro años de margen y en política lo que es negro hoy puede ser blanco con el transcurso del tiempo y de paso echan abundante alpiste y pienso a sus huestes. Si estos dos aspirantes a aprendices de brujos consiguen domesticar a Iglesias tienen la partida ganada. No digo engañar porque Pablo como buen encantador de serpientes les da mil vueltas y les ve venir desde lejos. Como en un rodeo de Tejas domar al toro salvaje y conseguir no caerse de bruces es toda una hazaña.