Si Arniches volviera a la vida tendría en Villar el Presidente eterno de la Federación Española de Fútbol, un estupendo personaje para una

nueva versión de Los Caciques, esa tragedia grotesca que se estreno en el Teatro de la Comedia en 1920, inspirada en El inspector general de Gogol. Este escritor ruso conoció como nadie a los burócratas y descubre cómo nadie los tejemanejes de la política, todos sus recovecos y el arte de sobrevivir. Carlos Arniches le daría casticismo y retrataria como nadie a este personaje oscuro, sin facilidad de palabra, sin carisma, pero Maestro en el arte supremo de dominar todos los resortes del poder, un genio de la burocracia, nacional e internacional. Su última muestra de poder y de ordenó y mando sin dar la cara, escondiéndose de la odiosa prensa ha sido nombrar al simpático Julen Lopetegui, entrenador de porteros, entrenador de la selección sub 21 y fracasado técnico del Oporto. Se mencionaba como favorito al experimentado y carismático Caparros, a la vieja gloria Camacho y a otros entrenadores con mucho curriculum como Marcelino el tecnico asturiano del Villarreal. No Villar se ha sacado de la manga a un hombre de la casa, que sin duda le gusta por ser opaco, sin gran personalidad, ni brillantes ideas, ni gusto por el espectáculo como Mourinho, Guardiola o el Cholo Simeone, aquí no se juega en la Champions estamos en la Segunda División con aspiraciones. Villar se impone una vez más y ahora encara la posible mayor gesta de su vida llegar al pináculo europeo del fútbol europeo la presidencia de la UEFA. Todos sus antiguos mentores como Platini han sido fulminados y suspendidos con oprobio, pero a Villar no se le conocen grandes corrupciones, se habla de corruptelas, pero sus servicios jurídicos y su notable habilidad personal ha desmontado todas las acusaciones. Es escurridizo como una anguila vascongada, es un dirigente corcho, que siempre flota, el perfecto burócrata, que sabe latín, griego y sánscrito, que se hace invisible como en el último europeo de Francia, donde parecía más un utillero que trae la copa y no el gran dirigente que entrega un trofeo. Quienes estudien la física y química del poder deberían hacer un Master sobre Villar y el último botón de muestra ha sido el nombramiento del seleccionador nacional de futbol,el moderno pan y circo, ha entrado en la zona gris, que Iniesta con sus goles y Pique el Shaquiro nacional con sus salidas de tono arreglen esta situación de villarato, el hombre que sabe escalar y permanecer en la cumbre, que pone buen cuidado en no brillar en nada, de desdibujarse a diario, pero que como decía el histrionico Ramper "Yo sigo".