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Los obispos españoles viven ajenos a los problemas de los pobres

lunes, 18 de julio de 2016
Hace unos días, se ha hecho público un documento de la Comisión de la Doctrina de la Fe, de la Conferencia Episcopal Española, que presenta lo que piensan (y quieren enseñar) los obispos españoles sobre “Jesucristo, salvador del hombre y esperanza del mundo”.

Por supuesto, en un documento que no es, ni puede ser, una “definición dogmática”, los cristianos podemos (y debemos) sentirnos libres para expresar nuestro punto de vista, e incluso nuestro desacuerdo, en aquellas cuestiones que no lesionen la fe de la Iglesia, sino que, por el contrario, veamos que se trata de cuestiones importantes que pueden fortalecer la fe y la vida cristiana.

Pues bien, supuesto lo dicho, es comprensible que haya quienes echamos menos, en este documento episcopal, el hecho de no destacar la misión profética de Jesús, que tan ampliamente explican y repiten los evangelios. Y quizá más chocante resulta, que, en un país y en una situación en la que el sufrimiento de los pobres se palpa escandalosamente, nuestros obispos no hayan aprovechado la oportunidad que les proporciona ahora mismo hablar y actualizar la misión de Jesús como “salvador” y como “esperanza” precisamente para los que más sufren entre nosotros.

Los primeros discípulos y apóstoles, de los que nos hablan los evangelios, no aprendieron cristología oyendo conferencias y estudiando libros, sino “viviendo con Jesús y como vivió Jesús”. Según el Evangelio, quienes no renunciaron a todo, cargaron con su cruz y se fueron con Jesús, pasando miedo y carencias, mucha escasez, y afrontando la conflictividad que afrontó Jesús, quienes no fueron capaces de eso, no se enteraron de quién era Jesús, ni tuvieron idea de lo que Jesús quería, ni -por tanto- pudieron ser cristianos, al menos de forma incipiente.

Y es que Jesús no fue primordialmente un “dogma”, sino un “ciudadano” galileo, un ser humano, que vivió entre las gentes de su pueblo, con los problemas que tenían aquellas gentes. Y así, en la cercanía y la convivencia, enseñó quién es Dios y cómo es Dios. Más aún, en su vida y en sus obras, pudimos descubrir a Dios, ver a Dios, palpar la presencia del Dios que puede dar sentido a nuestras vidas

Queridos Obispos: si queréis servir a los pobres, tendréis que luchar desde vuestras cátedras, cuerpo a cuerpo, por pararles los pies a los "enemigos de la vida digna para los pobres."Ahora pienso ¿cómo habéis llegado a callaros ante tantas familias desahuciadas? ¿Cómo no habéis gritado que están antes las personas con sus necesidades que la avaricia de los prestamistas? ¿Cómo no os habéis desgañitado desde la Cope o desde 13-Televisión contra la reforma de la Constitución que pone por delante de las personas el pagar las deudas?
Rodriguez Patiño, Luis Ángel
Rodriguez Patiño, Luis Ángel


Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad de los autores y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la empresa editora


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