Educar en Armonía

En una sociedad ultraprotectora‎ como la nuestra se da la paradoja de que estamos creando cada vez más seres indefensos. Las campañas en contra del acoso pueden ser contraproducentes sin son fábricas de víctimas y de victimismo a granel. No se me entienda mal. Claro que estoy en contra del acoso y defiendo los derechos de los diferentes, pero se trata de hablar como se consiguen mejores resultados y como se evitan los problemas que se generan en la convivencia social. Partidos que se dicen progresistas y pretenden crear un país subvencionado son a mi juicio regresivos. Las campañas contra el acoso brindan escudos que promueven personas débiles y potencialmente en riesgo. A mi juicio hay que reforzar la personalidad y fomentar una mayor sociabilidad. Aprender a disfrutar la compañía de los demás, ver las ventajas de lo social, juegos compartidos, ser más fuertes para poder convivir con los demás. Evitar refugiarse sistemáticamente en padres y profesores. Esta educación para la armonía crea estímulos y sirve para desfacer entuertos y te facilita recursos para saber navegar y ser feliz con los demás. Los acosados no se enfrentan a monstruos, rivalizan con otras personas. Hay que saber escabullirse, buscar afines, hacer cosas en común. Saber defenderse y de víctima convertirse en protagonistas, encontrar espacios que refuercen la personalidad y estimulen la creatividad.Esta educación para la armonía es válida también para las políticas de género, que no pueden ser útiles si tienden a la exasperacion ciudadana. No se trata de quien venza en la guerra de los sexos, hay que sembrar concordia. Los derechos no pueden constituir una fuente de discordia. Es un difícil equilibrio, a veces nos vemos en el filo de la navaja. Sobrecogidos por los casos extremos de violencia ciega. Multiplicar los divorcios, no es la forma de hacer familias más homogéneas y personas más felices. Subrayar todo lo negativo, eliminar lo que nos une, es falsear la realidad social. Hacer apología de las diferencias es echar leña al fuego. Educar para vivir en armonia.