El Brexit un divorcio anunciado

El ‎Brexit ha triunfado y pone patas arriba la economía europea. La libra se devalúa y los mercados se hunden. Es una huida hacia adelante. Los ingleses huyen de la amenaza de la inmigración y de los populismos europeos. Son insolidarios y temen que la crisis de Grecia se repita en España y en otros paises. Prefieren volver a su insularidad y defender sus valores tradicionales. No simpatizan con los populismos europeos. Sus lazos internacionales les llevan a reforzar su estrecha amistad con los Estados Unidos. Huyen de un barco, la Unión Europea, que tienen la sensación que está naufragando sin remedio. El caso de Grecia ha agotado la paciencia de los ingleses. La devaluacion de la libra tiene como efectos positivos para los ingleses el impulsar las exportaciones y hacer más atractivo el turismo por su abaratamiento. En el mundo no sólo existe con Europa existe Asia y sobretodo sus primos los Estados Unidos. Para España que afronta una crisis institucional en las elecciones del 26J exige habilidad de sus gobernantes y mucha mano izquierda para lidiar con las relaciones económicas de un pais que se sale de la Unión Europea mientras es nuestro mayor socio económico en el sector turístico y un gran cliente para nuestras exportaciones y que cuenta con muchos residentes en España donde gastan sus pensiones y son asiduos de nuestra sanidad y servicios públicos. Sin embargo estábamos ante un divorcio anunciado. En sus 43 años de asociación las relaciones han sido muy tormentosas, ante las exigencias desmesuradas de los ingleses, sus continuas peticiones de privilegios y exenciones, su desconfiante actitud ante la burocracia de los eurocratas de Bruselas cuyas directivas chocaban con las normas consuetudinarias insulares. Es cierto que este viernes negro, este minitsunami, es transitorio, aunque produzca una gran sacudida momentánea. El dilema para Europa es si elegir la disgregación de la Unión por un fenómeno de imitación por contagio u optar por reforzarla con el liderazgo de Alemania y Francia. Es una hora crucial para los europeos del Continente, porque los ingleses lo quieran o no también lo son, pero tenemos que reaccionar con rapidez, a pesar del difícil momento que atravesamos. Crisis económica, crisis generacional, crisis territorial, crisis de natalidad y envejecimiento, en que al mismo tiempo somos la fruta deseada por millones de emigrantes que encuentran un paraíso, donde muchos europeos especialmente en el sur de Europa vemos un infierno de desigualdad, corrupción e injusticias. Ante este panorama los ingleses han tomado la puerta y nos han dado un gran portazo en nuestras narices. El populismo a la inglesa ha impuesto una salida de la Unión Europea, mientras su lengua el inglés se ha convertido en la lingua franca de toda Europea y del ancho mundo. En España el Brexit ha dinamitado la campaña electoral desplazando el interés de los electores hacia el hundimiento de las bolsas y las perspectivas económicas sombrías que el Brexit ha arrojado sobre nuestro futuro. El voto del 26J resulta afectado por este tsunami europeo. El tiempo para aventuras ha terminado.El populismo esta contra las cuerdas.